Otro pádel, más pádel, mejor pádel, más horizontal, más vertical, antes, con atajos, soluciones, reinventado, más… Esas son algunas de las reflexiones que, hace ahora tres años, nos dejaba Miguel Matía a la hora de hablar del P@del 3.0 y su presente-futuro.
Padel World Press .- Ha pasado mucho tiempo desde el día que vimos por primera vez este artículo. En su momento nos llamó la atención y, tras lo vivido en el Estrella Damm Másters Finals hemos querido desenterrarlo del baúl de los recuerdos para, con perspectiva, ver cuáles de las cosas que en su día nos comentaba Miguel Matía se han cumplido y cuáles no.
Si te gusta el pádel, esta es una de esas lecturas recomendadas y casi obligatorias… ¡¡Qué la disfrutes!!
“Hace tiempo ya que tenía ganas de abarcar este asunto del P@del 3.0 y en esta entrega, como en las anteriores, se me amontonan las ideas y se me desordena el guion pero hay demasiadas señales que, ineludibles, giran mi atención casi de forma constante.
Antes de entrar en materia sería bueno explicar lo obvio: qué era y qué son el Pádel 1.0 y 2.0. Para resumir, podría seleccionar innumerables marcadores en los que apoyar la evolución del pádel. Cantidad de jugadores-federados, tipo de juego, dinero-negocio, evolución, superficies, capacidad de difusión, apuestas estatales, iniciación, profesionalismo, marcas, órganos federativos, etc. podrían ser puntos indicadores de su actualidad, pasado y futuro.
Otra forma de analizar la evolución del pádel sería el sentimiento y las sensaciones constantes que transmite éste a sus jugadores, practicantes y profesionales pero, seguramente, estas sensaciones no serían otra cosa que la percepción constante de lo señalado con anterioridad. En definitiva podemos hacer un análisis estadístico y dejarnos guiar por la exactitud de los números y podemos aplicar también el calor de las sensaciones.
En ambos casos el pádel evoluciona tan rápido que inmersos en su vagón podríamos desatender la velocidad y el peso profundo que mueve y por ello es necesario que echemos un ojo por la ventanilla y percibamos por contraste el movimiento imparable.
Si aceptamos el Pádel 1.0 como aquel movimiento elitista del ‘snob’ juego-deporte que la alta sociedad española practicaba en contados sitios, hablamos del 1980, aceptaremos que apenas se practicaba en lugares distintos a los clubes más exquisitos, la formación estaba por tanto ceñida a pequeños grupos con capacidad económica suficiente y los practicantes crecían atendiendo a las razones sociales más que a las deportivas.
Presidentes mediante, el pádel consigue atraer a determinadas marcas comerciales que, como si del Polo o el Golf se tratase conseguían identificar sus productos con un público objetivo concreto. Todo ello sumado a las bondades del nuevo juego y a la facilidad de sus instalaciones, a la poca exigencia física y a la ausencia de inversión en material por el practicante consiguen implantar el pádel como algo habitual entre la gente ‘pija’ de las ciudades más importantes y atraen por tanto la mirada del resto. Así las cosas, el pádel empieza a ser deseado como deseamos un polo concreto o unos vaqueros, casi más por lo que nos viste que por lo que es.
Es aquí donde el propio deporte se supera así mismo y demuestra que es mucho más que una moda pasajera y, desde luego, no es una marca de coches o una camisa bonita o un deporte menor. Los circuitos privados proliferan, cualquier club de tenis que se precie empieza a construir sus pistas y las marcas argentinas y alguna pionera española empiezan a encontrar cada vez más compradores. Los campeonatos nacionales e internacionales se acomodan y el gran país pionero, Argentina, comienza a girar su mirada hacia España.
Podríamos estar páginas enteras definiendo el inicio del pádel pero, en primer lugar, no soy la persona adecuada para hacerlo por mi juventud y la falta de perspectiva y, en segundo, no es el objetivo de esta columna. Por tanto, el resumen es que los marcadores tales como número de practicantes, tipo de juego, instalaciones e inversión podrían ser válidos apuntes de la evolución.
Atendiendo a esto, el pádel comienza una revolución sin precedentes deportivos en nuestro país. El número de practicantes experimenta un crecimiento exponencial sostenido, la cantidad de instalaciones llega hasta la inversión de los ayuntamientos y sus espacios deportivos públicos, las marcas privadas proliferan sin cesar y el acceso a la formación, práctica y mejora del juego se extiende a cualquiera con ganas de acercarse a este deporte-juego. Es en este punto donde creo que comienza el Pádel 2.0
Gracias al crecimiento del negocio, entrenadores y jugadores comienzan a ver una salida fantástica y emprenden la búsqueda de la mejora y de la evolución. Aunque el deporte está alejadísimo entre los profesionales y los amateurs, la transición del pádel de un juego a un deporte (expresión copiada de Jorge Martínez) comienza a desarrollar y a transformar hasta sus reglas y su superficie, quedan denostadas pistas como aquellas del Tenis-Quick y aparecen los ‘por 3’. Cada vez hay más cristal y menos muro, el ‘pico’ es más pequeño, se empieza a jugar por abajo, se evoluciona y se lifta la bola, los tenistas empiezan a sufrir más y ya no son obligatoriamente los ‘Reyes’ de este deporte y la explosión de las marcas es total alrededor de una tarta que no deja de crecer.
La formación por tanto de la mano de verdaderos pioneros y visionarios como el antes citado Jorge Martínez, Máximo Castellote, Jorge Nicolini, Gustavo Aguirre, Miguel Sciorilli, Horacio Álvarez Clementi (y tantos otros que me dejaré), basada en un estudio serio y profundo del deporte crece a una velocidad que incluso supera a la de los organismos federativos encargados de la titulación y formación de los futuros ‘técnicos’, si bien imprime de una cierta falta de uniformidad pero aporta una imparable vida propia a algo que ya es uno de los 5 deportes más practicados del paós. Hablamos del año 1995 aproximadamente.
El pádel, en lo que a su juego y a sus características técnicas como disciplina se refiere, crece a una velocidad superior a la de sus practicantes profesionales y, por tanto, comienza el acercamiento del pádel amateur al pro. Si bien es un camino larguísimo y la distancia es enorme esta circunstancia es tan imparable como cierta y va a ser el hecho diferencial que dará en el deporte de masas y en el desembarco deportivo más importante junto al fitness en nuestro país en los últimos 30 años.
Las generaciones ‘solopadel’ comienzan a sacar la cabeza y en los Campeonatos de Menores, los mejores técnicos del mundo empiezan a apreciar características nuevas y personalidades muy definidas entre las jóvenes promesas que enriquecen con nuevos golpes y estilos de juego el panorama profesional. Golpes a dos manos, aceleraciones agresivas de bandeja, conceptos distinto del juego en pareja y del uso de los espacios y un sinfín de mejoras y matices tácticos y técnicos empiezan a verse como parte del repertorio de los jugadores debido a todo lo estudiado e inculcado por los entrenadores más cualificados y al lógico crecimiento del deporte de la mano de generaciones dedicadas en exclusiva al pádel, que desde niños, aprenden y generan intuitivamente.
Estamos por tanto en el momento exacto del pádel. Pabellones repletos, ayuntamientos dedicando parte del presupuesto de cada consistorio, marcas especializadas en la explotación del negocio, marcas aplicando tecnología avanzada en el diseño y fabricación del material, primeras estrellas profesionales, sponsor, etc etc Estamos hablando del 2010-2011… Hoy!
Me dejo seguro, un millón de cosas por definir del momento exacto del pádel que me gusta llamar 2.0… Pero es el momento de atender al futuro, creo que muy esperanzador, increíblemente esperanzador de este deporte y, por tanto, del Pádel 3.0.
Qué es y a que llamo Pádel 3.0 y por qué estoy seguro de su implantación y de su llegada. Cuáles deben ser los marcadores a los que atender en estos próximos años, por dónde puede seguir creciendo el deporte y en qué medida debe hacerlo son respuestas que no podré dar con la exactitud que me gustaría dado que hablamos de futuro y que las variables son muchas. Son circunstancias vivas en constante cambio las que inciden, pero trataré de ser valiente y continuar con el desarrollo de lo expuesto anteriormente. Voy a tratar de aventurarme en lo que serán las claves en el desarrollo del pádel, en el camino y la dirección hacia Pádel 3.0
Si seguimos en la línea argumental debería indicar que el PÁDEL 3.0 no solo será el tercer deporte en número de afiliados y el segundo en practicantes si no que debería ser un boom mundial que, en 15-20 años, extienda su práctica entre la base de manera sólida y definitiva. Estamos en el 2.030 y por ende deberían empezar a aparecer las pistas callejeras, las instalaciones en los colegios, las becas para menores y la reorganización de los organismos encargados de su regulación y fomento entre la juventud. La inclusión del pádel entre los temarios típicos de las asignaturas de educación física y por tanto la necesidad de la formación de los profesores titulados, así como la implantación del pádel en nuestra cultura deportiva.
Los iconos y estrellas deberán ser parte de la conversación entre los más pequeños y la tele y la prensa podrán ofrecer Pádel de forma rentable, apoyados en el conocimiento amplio de la sociedad y en nuevas estrellas nacionales. La petición como deporte Olímpico en exhibición para unos Juegos españoles y los nuevos circuitos profesionales darán un impulso imparable a las grandes multinacionales que ya han empezado a mostrar interés y encuentran un negocio redondo. El montante económico para los profesionales permitirá que de forma vertical se distribuya hasta entrenadores y técnicos y esto, a su vez, redundará en una mayor transmisión del conocimiento y obviamente más profesionales mejor preparados y una regulación uniforme de la titulación.
El Consejo Superior de Deportes se verá obligado a reconocer una estructura privada paralela, estilo la Liga de Futbol Profesional, que explote y fomente el desarrollo del deporte y genere en los medios más atención y dedicación.
El Pádel será, por tanto, una atractiva forma de futuro deportivo como puede ser el baloncesto y obtendrá, además, el reconocimiento y la atención social suficientes que animen a su práctica entre los pequeños en cualquier clase social.
A todo esto habrá que sumar varias generaciones crecidas sólo en el juego que enriquecerán y transformarán su práctica y quién sabe si sus instalaciones, como en su día cambiaron la línea de tiro de 3 puntos en baloncesto o se agrandaron las porterías.
Será habitual encontrar a las multinacionales del deporte incluir en sus anuncios a estrellas del pádel y las líneas de ropa tendrán nombres jugadores. Los aficionados, cuando acudan a torneos, conocerán de antemano la evolución o trayectoria de los jugadores, sabrán qué se juegan si ganan o pierden un partido, se identificarán con éste o aquel jugador, con una marca u otra, conocerán a los entrenadores, etc, etc…
El Pádel 3.0 conocerá ligas entre colegios y conocerá circuitos regionales por autonomías con divisones…
En fin, parece un sueño, ¿verdad? Pero estamos mucho más cerca de lo que parece de todo esto, hay muchas señales y sinceramente pienso que es algo imparable…
El otro día vine de los Internacionales de Madrid que se celebraban en la Caja Mágica, donde no pude comprar entradas en la taquilla porque estaban agotadas y pensaba acerca del nuevo circuito con grandes premios que un grupo empresarial va a poner en marcha en apenas año y medio con la mayor inversión jamás vista y la participación de todos los grandes jugadores mundiales, con un nuevo proyecto de becas para jugadores Sub’20, con las grandes multinacionales del deporte desembarcando en el Pádel, con los primeros contratos más o menos serios, con el asombro de ver a jugadores como Pablo Lima y Matías Marina aportando un pádel distinto y espectacularmente vistoso y eficaz, con la certidumbre del cambio del espectador hacia un perfil mucho más amplio y democrático y más activo y entendido, con la confirmación de Out-lets de material, con la ilusión de muchos niños. Pensaba de vuelta a casa, tras una agotadora velada con Marquitos y los alumnos y padres de la escuela y tras una cena inolvidable con Carlos, Cristina y unas tortitas con nata que el Pádel 3.0 es algo imparable de lo que no sólo quiero ser espectador… Quiero ser partícipe y debemos pensar en cómo encaminar todos esos cambios y hacer que este maravillosos deporte no solo sea una seña de identidad Española en el mundo sino que sea ese deporte de masas que ya es aquí… Por todo ello, habrá que cuidar hasta el final este P@del 2.0 y preparar bien el recibimiento del P@DEL 3.0
¿Dónde vas a estar tú cuando todo esto ocurra?
Miguel Matía”.
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