Es uno de los nombres de referencia del pádel argentino, uno de los preparadores que, junto a Gustavo Balquinta y Seba Mocoroa, ha vivido desde dentro las alegrías y las penas del combinado albiceleste durante el XIIº Campeonato del Mundo por Equipos y Parejas Nacionales. Para muchos, esta competición no es más que un duelo encubierto entre España y Argentina… Para él, se trata de algo más.
Padel World Press .- No te pierdas este gran artículo en el que el prestigioso entrenador nos habla de todo lo que supone un Mundial para un jugador de pádel, de su importancia para llevar este deporte a todos los rincones del mundo y del gran papel que tiene para fomentar que el germen de este deporte no pare de crecer.
¡¡Qué lo disfrutes!!
“Hola a todos:
Cuando comenzaron los Mundiales de Pádel allá por 1992, en una cita que tuvo lugar entre Madrid y Sevilla, lo cierto es que había mucha diferencia de nivel entre Argentina y el resto de los países. En esa época, España ya empezaba a tener grandes jugadores pero no alcanzaba para hacer frente al poderío argentino y estaban en clara desventaja.
Por aquel entonces, Argentina se encontraba en la cima del profesionalismo y era uno de los deportes más jugados en el país. Los torneos y el Circuito Profesional convocaban tanta gente como hoy lo hace World Pádel Tour… Pero en España, el pádel aún no estaba tan desarrollado de la misma manera que empezó a estarlo a partir de 1996, cuando comenzó a crecer ayudado tanto por el Campeonato del Mundial que se jugó en el Club de Campo de Madrid como por José María Aznar (por aquel entonces Presidente del Gobierno), quien siempre se confesó como un gran aficionado a este deporte.
También por esa época, el pádel inició su desarrollo por el sur de Brasil, una zona de la que fueron surgiendo muy buenos jugadores… ¡¡Y a la que terminaron emigrando numerosos profesionales argentinos ante el primer bajón en su Circuito Nacional!!
Se podría decir que, partir de 2004, el nivel de juego se fue emparejando en el Cuadro Femenino y, en menor medida, en el Masculino… En 2002 coincidió la crisis financiera argentina con el comienzo de un desarrollo importante de esta disciplina en España. Muchos entrenadores y jugadores argentinos llegaron a tierras españolas para competir o para enseñar.
Desde ese preciso instante, fue España quien tuvo la ventaja de ser el país con más desarrollo institucional y económico, concentrando el mejor Circuito Profesional y a los mejores jugadores del mundo en cada prueba… Así las cosas, aunque dicha situación ayudó al crecimiento de los jugadores nacionales, generó un vacío muy importante en Argentina, que pasó unos años difíciles en cuanto a torneos profesionales y formación de futuros talentos.
Volviendo a los Mundiales, habría que reseñar que dicha competición sufrió los vaivenes institucionales internos de cada país, que hicieron que no siempre los mejores jugadores participasen en las citas por Equipos. Los que estamos en el pádel desde el inicio sabemos que es un deporte muy joven, que aún no ha alcanzado la madurez institucional, pero tenemos la certeza de que esta llegará.
Si nos centramos en lo sucedido en Palma de Mallorca, se preveía un choque interesante entre España y Argentina, sin perder de vista a un combinado brasileño formado por chicos de mucho talento.
El combinado español, reforzado con tres jugadores argentinos nacionalizados como Matías Díaz, Juani Mieres y Fernando Poggi, contaron con un plus nivelador pero, una vez más, Argentina logró demostrar y mantener la hegemonía que siempre tuvo cuando llevó a sus mejores representantes a un Mundial.
En el lado argentino, había cierto ánimo de revancha pendiente después de todo lo sucedido en el Mundial de Cancún 2010, en el que se escucharon comentarios desafortunados por parte de algunos jugadores españoles y el clima no fue del todo bueno en la final. En aquella ocasión, el conjunto albiceleste llevó a dos jugadores del Circuito Nacional, por lo que no estuvo al 100% de su verdadero potencial… Es por eso por lo que me puso tan feliz ver ganar a Bela, Seba, Maxi Grabriel y Cristian (que estaban como locos por jugar), así como a Maxi Sanchéz, Sanyo y Tito Allemandi. Todos ellos son grandes deportistas, que juegan por el amor a la camiseta y sin ningún otro interés que no sea el de dejar bien en alto los colores de nuestro país.
Lo que se vive en un Campeonato del Mundo es único… Se comparte toda una semana en la que se pone lo mejor de cada uno tanto dentro como fuera de la pista. Ver a Bela como loco, sufriendo desde afuera… Ver a Maxi y al resto alentando a sus compañeros no tiene precio… Ver a todas las chicas alentando hasta última hora, más allá de que dos parejas debían jugar las Semifinales del Mundial Open al día siguiente. Eso es increíble y, sobre todo, muy difícil de describir para mí en palabras.
En el caso de las chicas, decir que perdimos contra un poderoso equipo español. El simple hecho de poder darse el lujo de tener en el banquillo a Carolina Navarro en la final habla por sí solo de la calidad de jugadoras que hoy día tienen. Pero más allá de ser grandes profesionales, quiero destacar que son grandes deportistas y personas. Nos ganaron la serie 3-0, con superioridad, pero siempre fueron respetuosas y comedidas en su festejo. Un verdadero ejemplo de saber ganar. También mi equipo demostró seriedad, profesionalidad y se dejaron todo en cada partido. Hay que ser muy grande para saber perder y, desde luego, para mí fue un orgullo estar con ellas así como aplaudir al equipo de chicas españolas.
Punto y final a una hermosa semana de competición, que pude compartir con muchos amigos de otros países y, a su vez, conocer a otros nuevos que se van incorporando con ilusión… Es por eso por lo que espero seguir viendo el crecimiento del pádel por todo el mundo. Pero hay que ser realistas. Aún queda mucho por crecer en otras naciones como para que se pueda pensar en un Campeonato con muchas selecciones competitivas… Tarde o temprano llegará y podremos disfrutarlo.
No me gustaría despedirme sin agradecer a los dirigentes de mi país, así como a mis compañeros del cuerpo técnico (Sebastián Mocoroa y Gustavo Balquinta), la posibilidad de compartir junto a ellos esta gran experiencia.
Gracias
Nito Brea”.
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