La suerte sonríe a Cristian Gutiérrez y Franco Stupaczuk. En la primera semifinal del Granada Open lograron el pase a la gran final en un duelo que se decidió por detalles y puedo caer para cualquier lado (6-4, 3-6 y 6-7).
Se presentaba la primera semifinal con un halo de incertidumbre. Como actores protagonistas Cristian Gutiérrez y Franco Stupaczuk frente a los ‘Juanes’, la pareja de moda esta semana en el World Padel Tour y, probablemente, la favorita del graderío.
Un encuentro que iba a comenzar agitado, caótico e indeciso. Juan Martín Díaz y, especialmente Juan Lebrón, disfrutan en el caos que genera su juego irreverente y ofensivo y así iban a plantear el primer set. Su juego fino y preciso hilvanaba con sutileza cada jugada hasta permitirles lograr un ‘break’ que, a la postre, sería el decisivo para hacerse con el set.
Los ‘Juanes’ habían propuesto un galimatías de difícil solución para sus rivales, pero, a base de tesón y agilidad, iba a encontrar las respuestas Stupaczuk. El chaqueño dio un paso al frente en el segundo set -sostenido en gran medida por Cristian- y se multiplicó por la pista. Hacía daño a Lebrón, mantenía la mirada en la red a Juan Martín donde la mayoría claudica y definía cuando la ocasión lo requería. Incluso cuando parecía una quimera. El resultado fue un segundo set más estable y previsible que concedía la igualada a los argentinos y mandaba el choque al tercer parcial.
Un set definitivo que pasó por diferentes fases. Los cíclicos estados de ánimo de los cuatro jugadores -especialmente de Lebrón y Stupaczuk- desequilibraba la balanza constantemente haciendo indescifrable la resolución.
Rompieron Stupa y Cristian. Con 4-5 en el mercador sacaron, incluso, para ganar el partido, pero cedieron ante la presión de un estratosférico Lebrón que en el momento culmen se movía con agilidad como el equilibrista que está ante uno de los retos de su vida. Y volvía la igualada. Por momentos.
El desequilibrio que proponían Lebrón y Juan Martín dañaba a unos Stupa y Cristian que, quizá, pecaron en exceso de conservadores. Pero iba a llegar un nuevo tropiezo. El problema de jugar al filo es que el más leve resbalón te hace caer al suelo y eso les iba a ocurrir a los ‘Juanes’. Habían logrado la rotura, sacaban para ponerse por delante de nuevo, pero erraron hasta encajar el contrabreak.
El encuentro parecía visto para sentencia pero aún tendría mil y una vueltas de tuerca más. Repetirían la hazaña Díaz y Lebrón para lograr la rotura ‘in extremis’ y mandar el encuentro al tie-break definitivo. Lo que ocurrió a partir de entonces es digno de ver y no de contar. Idas y venidas, jugadas de ensueño, salidas de pista y recuperaciones inverosímiles. Una concatenación de aciertos y errores que volvió la muerte súbita un carrusel constante de emociones.
Y salieron victoriosos Stupa y Cristian. Ni lo merecieron más ni menos que sus rivales. Supieron aprovechar la más leve ventaja que otorgó un remate a la vuelta de JMD que toco en la red y pudo suponer un final distinto. Stupa, con un remate en suspensión, cerraba el encuentro por todo lo alto y lograba una nueva final.
Sanyo y Maxi no dan opción a Lamperti y Mieres
En el segundo encuentro de semifinales, ya entrada la tarde, se iban a medir Sanyo Gutiérrez y Maxi Sánchez frente a Miguel Lamperti y Juani Mieres. Las parejas uno y cinco frente a frente y en un escenario de lujo.
Un choque que daba como claros favoritos a Maxi y Sanyo, papel que no rehuirían los números uno. Desde el primer compás pusieron el modo todoterreno y, literalmente, pasaron por encima de unos desbordados Lamperti y Mieres.
El primer set, simplemente, fue un paseo militar de Gutiérrez y Sánchez. Apretaron a sus rivales, impusieron un ritmo imposible de alcanzar hoy en día para cualquier dupla del pádel mundial y castigaron cada error. El resultado, un irrefutable 6-1 a su favor.
La segunda manga, esta vez, amagó con ser más igualada. Rompieron pronto Sanyo y Maxi calcando el guión del primer parcial, pero esta vez no melló los ánimos de unos Lamperti y Mieres que creyeron hasta el final.
El 6-4 del segundo set cerraba un partido visto para sentencia y daba el pase a la final a unos Sanyo y Maxi que pelearán por sumar su séptimo título de la temporada.
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