Padel World Press .- Todo buen gurú dirá que un partido (de lo que sea) se gana desde el calentamiento y, en el caso concreto del pádel, podría decirse que se gana desde el sorteo de saque y campo. ¿Tonterías o un importante indicativo del devenir de cualquier encuentro? Elegir no siempre es fácil y los factores que intervienen en esas decisiones son más importantes que determinar, a fin de cuentas, quién golpea primero la pelota.
Lo primero y fundamental es explicar de qué manera se produce el sorteo. Cara o cruz, pares y nones o números al azar… Da igual el tipo de sorteo, la pareja ganadora puede elegir entre tres opciones:
- Sacar o restar: Lo que da a sus rivales la opción de escoger campo.
- Escoger campo: Lo que da a sus rivales la opción de sacar o restar.
- Solicitar a sus rivales que elijan entre las dos opciones anteriores.
Esta decisión no debe tomarse a la ligera porque puede ser beneficioso o perjudicial en función de lo que denominaremos la ‘personalidad’ o ‘sinergia’ de la pareja en cuestión.
Empezar con el saque no es una buena opción para parejas que busquen encuentros intensos desde la primera bola. Comenzar restando es una ventaja que, sobre todo si a los rivales les cuesta entrar en juego o están nerviosos, puede dar la opción de iniciar un encuentro rompiendo el servicio y consolidando una renta cómoda para futuros juegos. El hecho de que los oponentes tengan puntos débiles al sacar o que el choque vaya a ser igualado (de cara a un eventual tie break) son otros factores para no empezar sacando y que, en adelante, darán ventajas al restador.
Otra razón, algo menos ‘honrada’ aunque igualmente válida, es ceder el saque al rival de manera que tenga el sol de cara… Pero ésta es siempre un arma de doble filo, ya que, si cedes el saque, el contrario puede elegir campo y, si lo hace, puede darse la circunstancia de que nos toque jugar con el sol de cara tanto sacando como restando… Las posibilidades son muchas y, por eso, es importante ser muy observador.
En conclusión: Comenzar sacando o no es, a fin de cuentas, una cuestión dependiente sólo de la actitud y estrategia de partido que la pareja quiera. Una dupla compenetrada y agresiva puede vencer tanto si empieza con el servicio como si lo hace desde el resto. La elección no es fácil pero es personal.
Imagen: Torneos Time2Padel
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