Nuestro compañero Daniel Gamarra Peñalver ha puesto en marcha un especial para analizar la situación por la que pasa el pádel de menores en nuestro país. Para ello, nada mejor que hablar con los entrenadores, con los hombres que comparten su formación y su desarrollo tanto ‘profesional’ como personal. ¿Qué nos habrá contado Rodri Ovide?

Padel World Press .- No sólo es uno de los entrenadores más prestigiosos del Circuito World Pádel Tour, por cuyas manos han pasado muchos de los mejores jugadores y jugadoras del mundo. Al frente del equipo de BallPádel, también trabaja y conoce muy de cerca las inquietudes de los menores, quienes constituyen la base de este maravilloso deporte.

¿Cuál es su filosofía a la hora de trabajar con ellos? ¿En qué basa sus enseñanzas? ¿Cuál debería ser el papel de los padres? ¿Cómo se maneja la presión a unas edades tan tempranas? Todas esas preguntas y muchas más tendrán su respuesta justo a continuación.

¿Cómo ves la situación actual del pádel de Menores en Madrid? ¿Y en el resto de España?

La veo muy bien. Cada vez hay más niños y niñas que lo practican y que sueñan con llegar a ser profesionales. Creo que el crecimiento es general, no veo una situación distinta en el resto de España aunque, eso sí, está claro que en Madrid hay más oferta y más gente.

¿Cuál es el papel y el respaldo de las distintas Federaciones, Autonómicas y Española, con respecto al pádel de Menores?

Cada vez es mejor y más fuerte. Se está demostrando año tras año que las competiciones de Menores son más, de mejor calidad y con mejor nivel.

El pádel de Menores no para de crecer y de ganar en importancia. ¿Cuáles son los secretos para que este deporte guste tanto entre los más pequeños?

Como en todos los deportes, a los chicos les gustan dos cosas: La primera, los padres, que al practicarlo ellos llevan a los niños al club y eso hace que se terminen enganchando; la segunda, la difusión y el espectáculo WPT hacen que los más pequeños se queden atónitos con lo que demuestran sus jugadores favoritos.

¿Cuáles son los principales aspectos que hay que saber tratar cuando se entrena a un menor, tanto dentro como fuera de las pistas?

En mi caso, lo que intentamos, antes que nada, es que se diviertan, disfruten y tengan ganas de volver a la clase de pádel. Junto con eso, la educación deportiva que les enseñe a ser desde mejores jugadores hasta mejores personas: higiene, respeto hacia los profes y compañeros, educación, hablar correctamente, etc.

¿Cuánto se entrena como media un jugador menor? ¿Cómo se compaginan los entrenamientos con las obligaciones escolares?

Con hacerlo 2 o 3 veces en semana está muy bien. No hay que olvidar que para ellos tiene que ser un juego y un divertimento. En cuanto se torna una obligación y una responsabilidad es cuando el menor la empieza a pasar mal. En nuestro Centro de Menores en BallPádel (Madrid), una de las condiciones para que los alumnos puedan seguir viniendo a entrenarse son las calificaciones escolares… Si van mal se quedan sin pádel, jajaja.

¿Qué métodos utilizáis en vuestras clases de forma más usual con menores?

La verdad es que depende de la edad y de su nivel. Un niño de 8 años es muy diferente a uno de 12, sus capacidades aumentan a pasos agigantados con cada año. Pero vamos trabajando todos los aspectos, desde el juego, los golpes, el físico y todo ello con un condicionamiento diferente. Tenemos muy presente en los entrenamientos que los partidos están llenos de problemas y lo que hay que aprender es cómo solucionarlos.

El nivel de los menores es cada vez más alto… ¿Comienzan a ver los más pequeños la posibilidad de que este deporte pueda llegar a convertirse en un medio de vida?

Sí, pero eso lo empiezan a pensar más adelante. Hasta los 12 años te diría que es más imagen de los padres que de ellos; los chicos sólo quieren jugar. Más adelante sí que empiezan a soñar y a ‘copiar’ a su jugador preferido.

Siempre hay chicos que despuntan… ¿Cómo se trabaja a esas edades para evitar la presión?

Ese es nuestro trabajo, jajaja. La presión siempre existe pero hay que hacérsela notar en la pista y no fuera. Creo que ese es el error más grande que se comete. Nosotros podemos presionar para que ejecute algo en un momento determinado, o para que intente una jugada o mil cosas más… Pero siempre desde el lado de que se lo tome como un reto o un desafío y que entienda que se entrena para poder hacerlo… Si falla no pasa nada; es solo un juego.

¿Qué papel deberían cumplir los padres para que el desarrollo del menor fuese el correcto?

Desde mi experiencia, te puedo decir que yo soy hijo de un jugador profesional de futbol en Argentina. Mi padre jugo en lo más alto durante 20 años. Cuando empecé a transitar este camino, siempre me llevó a todos lados pero nunca me dijo ni una palabra, todo fue: ¡¡Muy bien Rodri!! o ¡¡Lastima, estuvo cerca!!, ¡¡Hay que seguir entrenando para mejorar!! etc. Y siempre respetó a mi entrenador. La verdad es que cuando llegue a profesional pasé por todas las etapas sin saltearme ninguna. Gracias a eso conozco todo lo que puede sentir un menor y puedo aconsejarlo. Si un padre lleva a su hijo con un entrenador debe dar un paso al costado, apoyarlo y dejar que éste haga su trabajo. Esa es mi opinión.

¿Se fomentan en los clubes los entrenamientos de menores con becas o  se rebajan los  precios de los entrenamientos…?

En nuestro caso, a finales del 2015 hicimos una selección de menores para ofrecer un número de becas que patrocina el club. Lo hicimos también porque un buen entrenamiento es caro y si tenemos la posibilidad de bajarle el precio, lo hacemos. Yo estuve en ese mismo lugar y sé que se puede hacer duro.  La idea es que los chicos puedan entrenarse 2 o 3 veces en semana y que salga rentable.

¿Cómo afrontan las derrotas los jugadores menores? ¿Cómo debe enfocar esa situación un entrenador?

Como en todo, lo afrontan cada uno de manera diferente.  Intentamos desdramatizar la situación y que él mismo vea lo positivo y que identifique lo que podría haber realizado para contrarrestar esa situación… Debe redireccionar su cabeza para mejorar y no pensar en lo mal que salió.

Cuando terminan la etapa de menores, hay muchos pasan de ganarlo todo a  no ganar nada… ¿Cómo se les va preparando para que ese salto no les afecte demasiado ni en su ánimo ni en su rendimiento?

Si, pasa bastante y es algo normal… Por lo menos los que estamos en esto lo entendemos así, esa transición es difícil.  En mi caso intento que lo entiendan y que vean que es un proceso normal. Ese salto de categoría muchas veces es muy alto y cada chico madura a una edad diferente. Como digo siempre, lo importante es no quemar etapas y como en un video juego, pasar cada nivel jugando y no esperar un salvador que los saque de ahí.

¿Cómo se podría ayudar  que ese salto de ‘Menores’ a ‘Profesionales’ no fuese tan acusado?

Los torneos de las Federaciones, como la Madrileña por ejemplo, tiene una 1ª muy competitiva, lo que ayuda mucho. Por otro lado, WPT comenzó a realizar torneos de menor puntuación para que precisamente se fomente a otros campeones. Ojalá haya cada vez más torneos de este tipo.

¿Aproximadamente, cuántos jugadores menores llegan a ser profesionales y se integran en el Circuito WPT?

Uh, es un número que no sé… Pero en España podrían llegar más chicos; se quedan muchos en el camino. En mi opinión, creen que es fácil llegar y cuando ven lo difícil que es ganar una Pre-Previa se frustran y lo terminan dejando.

¿Qué es lo más enriquecedor para un entrenador de trabajar con Menores?

En mi caso, el día a día es muy divertido. Son niños y sus salidas y comentarios son casi siempre en ese tono. Desafiarlos, ver su crecimiento, como van cambiando con el tiempo y, sobre todo, con el cariño que te terminan brindando. Muchas gracias por la entrevista, un saludo a todos los lectores y aprovecho a dar las gracias a la gente que nos apoya: BallPádel, EME y Zinco Razones.

Rodri Ovide nos habla de su trabajo con los menores

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