Padel World Press .- Lo primero, antes de nada, es explicar de dónde viene su nombre. Este golpeo se llama así porque, si se ejecuta correctamente, permitirá que la pelota salga muy baja después de rebotar en la pared… Es como si, al igual que una víbora, la bola ‘reptara’ por el suelo.

El objetivo principal que se persigue con este golpe es el de presionar al contrario para, con ello, tratar de forzar su error. Si buscamos un tiro definitivo, lo más probable es que nos precipitemos y aumentemos nuestro número de fallos.

Como ya es habitual, vamos a analizar la víbora desde su componente táctico y desde el apartado técnico.

Táctico: En este aspecto, resulta clave dejar muy claro que es un golpe de ataque pero no de definición. Será aconsejable ejecutarlo estando a una distancia de entre 4 y 7 metros con respecto a la red. Por lo general, se usa cuando el globo del rival no es tan profundo como para hacer una bandeja más conservadora pero tampoco tan corto como para atrevernos con el remate.

Tras un leve desplazamiento hacia atrás, llegaremos bien plantados al lugar de ejecución y la dirección que debemos dar a la bola será hacia la esquina diagonal en la que tenemos una mayor distancia. El bote será lo más profundo posible y, preferiblemente,  intentaremos que la pelota toque en primer lugar la pared de fondo.

Al ser un tiro rápido, la bola no deberá llevar apenas parábola y el margen con respecto a la cinta de la red variará según la altura del impacto y del jugador pero, más o menos, siempre será próxima a 0,5 m.

Con respecto al armado: Peso en el pie atrasado y posición de costado, con brazo no dominante elevado

Técnica: Para ejecutarla nos perfilaremos de costado. Las piernas tendrán que estar un poco flexionadas para aportar el equilibrio adecuado mientras que el peso del cuerpo recaerá sobre el pie retrasado hasta el momento del impacto, en el que lo transferiremos al pie adelantado para dar mayor peso a la bola

A su vez, levantaremos y llevaremos hacia el lado contrario el brazo no dominante (brazo izquierdo hacia la derecha y viceversa) para ayudarnos a girar la cadera y perfilarnos de costado. Tendremos que mirar la trayectoria de la pelota por encima de éste, nunca por debajo ni por el lado. En cuanto al brazo dominante, lo elevaremos colocando el codo a la altura del hombro para, desde ese punto, dejar caer la pala hasta colocarla detrás de la cabeza quebrando un poco la muñeca.

Hasta aquí la preparación del golpe. Puede parecer complicado pero, en la práctica, veréis que es sencillo.

Sobre el armado: Codo a la altura del hombro y muñeca quebrada dejando caer la pala detrás de la cabeza. Desde esa posición lanzaremos el brazo hacia arriba y hacia adelante, con lo que golpearemos la bola un poco por encima de la cabeza, justo en el momento de máxima extensión del brazo.

Punto de impacto: Sería por encima de la cabeza y por la parte lateral de la pelota. Le entraremos por el lado y un poco por abajo Si tomamos como referencia las agujas de un reloj, golpearíamos entre las 3 y las 4 suponiendo que fuéramos diestros, generando un efecto lateral con slice (cortado).

Terminación: Peso del cuerpo en el pie adelantado y terminación cerca del hombro del brazo no dominante. La terminación será larga, buscando la sensación de que la mano pase hacia adelante después del impacto con la bola generando fuerza hasta que la pala termine cerca del hombro opuesto. El peso del cuerpo caerá hacia el pie adelantado y retomaremos la posición en la red.

El uso de este golpe es muy recomendable para aquellos jugadores que no poseen gran remate o/y para cuando las condiciones de la pista, el clima o la bola hacen difícil rematar con garantía de éxito.

Para entrenadores y monitores recomiendo que aborden esta técnica evitando la palabra ‘víbora’… Me explico: Si a un alumno no muy avanzado se le dice que vamos a hacer un carro de víboras, es probable que lo vea como algo complicado o que tenga equivocado el concepto e intente realizarlo con demasiada velocidad sin estar preparado para ello, lo que hará que no se obtenga el resultado deseado. Aconsejo que les vayan introduciendo pequeñas modificaciones y ajustes partiendo desde la bandeja tradicional para evitar el injustificado miedo a la víbora.

Cada vez, y dada la evolución que está experimentando este deporte hacia un pádel más rápido y agresivo, la víbora es muy utilizada por un mayor número de jugadores tanto profesionales como amateurs. Por eso, debéis motivaros a practicarla y a sacarla a escena en los partidos, sin miedo.

Estoy convencido de que con una acertada toma de decisión, así como con la confianza necesaria que requiere cualquier conducta, lograréis resultados positivos. “Hay que tener voluntad para intentarlo y fe para conseguirlo”.

Un saludo y mucho pádel.

Alvaro Raposo 

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