Padel World Press .- La mayoría de los jugadores soléis comentar que tenéis las piernas rígidas y poca elasticidad, llegando incluso a manifestar auténticas molestias en sesiones de estiramiento dirigidas y masaje localizado. En este artículo vamos a hablar sobre el dolor localizado en la zona posterior del muslo, que comúnmente denominamos isquiotibiales aunque es un término incompleto. La denominación correcta sería isquiosurales o isquiocrurales porque hace referencia a su posición anatómica de toda la región de la cual vamos a hablar. Dicha zona se conforma por tres músculos, el semitendinoso, semimembranoso y el bíceps femoral. En caso de tener duda a la hora de nombrarlos es tan sencillo como llamarlos ‘isquios’.
Por lo general, los profesionales de la rehabilitación y terapia manual solemos dividir en dos zonas: isquios proximales (zona que queda más próxima a la pelvis) y los isquios distales, que englobaría de la porción media del muslo hasta la rodilla.
Estos músculos tienen un largo recorrido y son de poco diámetro pero muy robustos ya que, biomecánicamente hablando, hacen el efecto de un muelle. Con ello queremos decir que permiten ser estirados aumentando el grado de longitud poco a poco pero que tienen gran capacidad para contraerse rápidamente. Funciones de estos músculos son las de evitar la tendencia a la flexión de la cadera en la marcha cuando apoyamos y nos ayudan a extender la cadera y a flexionar la rodilla, también para la rotación tanto externa como interna de la misma.
El juego del pádel es muy rápido a diferencia de otros deportes de raqueta, lo que hace que provoquemos un gran estrés en los músculos de los miembros inferiores, siendo en este caso, los desplazamientos hacia la red los que sobrecargan la zona posterior de la pierna y si no llevamos a cabo un cuidado adecuado tanto en el calentamiento, como un correcto estiramiento después de jugar junto con una mala técnica de desplazamiento en el juego puede pasar factura a largo plazo.
Los problemas principales que nos encontramos en este grupo muscular son la aparición de puntos gatillo, que puede aumentar cuando estamos sentados y con la marcha llegando a no dejarnos dormir de forma adecuada por el dolor causado. La aparición y repetición continuada de estos puntos puede deberse a una sobrecarga de forma puntual o repetitiva y al apoyo inadecuado al estar sentados ejerciendo mucha presión en zonas concretas de origen o inserción de esta musculatura.
También nos podemos encontrar problemas con estos músculos cuando hemos tenido dolencias en el tobillo o pie provocándonos una alteración de la biomecánica del mismo durante la marcha. Cabe destacar que este deporte es muy exigente en los desplazamientos por la pista además de muy rápido por lo que es muy común desarrollar problemas musculoesqueléticos a los cuales no prestamos atención o pensamos que es una molestia sin mayor importancia. Es muy importante en el momento en que acudamos al profesional que nos va a tratar ya sea para descargar a nivel muscular, rehabilitar o entrenar que le contemos qué afecciones del tren inferior hemos padecido previo a la situación actual.
En ocasiones durante el juego se llega a un nivel de exigencia muscular en la que podemos sentir como un latigazo o la famosa “pedrada” en la que nos indica claramente que ha habido en cierto grado una rotura fibrilar, posiblemente con un hematoma a posterior y seguramente nos obligue a retirarnos por el dolor. Si ocurre esto es muy importante que acudamos a el facultativo correspondiente para que nos diagnostique a través de diagnóstico por imagen lo que nos ha podido ocurrir y nos recomiende el reposo y tratamiento farmacológico adecuado con su correspondiente proceso rehabilitador.
Reitero nuevamente que la dolencia de estos músculos pasan factura a largo plazo ya que como se explicó anteriormente actúan a modo de muelle y llega un momento en que si se fuerzan o elongan de forma forzada pueden perder o deteriorarse sus propiedades de volver a la normalidad quedando más contraídos de lo normal o darse una rotura localizada de fibras y de ahí comenzar los dolores que nos incapacitan funcionalmente.
Un Modelo de Tratamiento
1ª Sesión: palpación de la zona afectada y periférica junto con valoración. Proceder a tratamiento masoterápico para descargar la pierna, haciendo hincapié en los cuádriceps y zona
2ª Sesión: Tratamiento masoterápico de descarga y activador en la zona afectada. Estiramientos dirigidos selectivos. Proceder a normalización de la pelvis para valorar posible desalineación estructural y posibles bloqueos articulares con técnicas osteopáticas. Uso kinesiotaping localizado y tratamiento de puntos gatillo mediante punción seca.
3ª Sesión: Estiramiento dirigido selectivo. Búsqueda de puntos gatillos e inhibición de los mismos. Procedimiento a masaje transversal profundo en zonas afectadas. Aplicación de kinesiotaping localizado y magnetoterapia.
4ª y 5ª Sesión: Estiramiento dirigido selectivo. Alineación pélvica y manipulación del tobillo. Elongación propioceptiva de los músculos posteriores del muslo mediante la bipedestración prona. Magnetoterapia.
6ª, 7ª y 8ª Sesión: Análisis y reeducación de la marcha normalizada.
9ª y 10ª Sesión: Refuerzo muscular funcional.
Os dejamos un video muy interesante sobre el trabajo excéntrico de los grupos musculares mencionados en este artículo que da muy buen resultado y ayuda a prevenir dolencias futuras.
María Palacios Vela
Ergos Rehabilitación Funcional
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