Fue uno de los grandes protagonistas del Estrella Damm Másters Finals. En compañía de Ramiro Moyano, llegaron al encuentro de lucha por el título pese a partir como octavos cabezas de serie. El genial jugador argentino ha hablado con los compañeros de Vibor-A, junto a quienes ha realizado un completo repaso a su actuación en el Torneo de Maestros.

Padel World Press .- Lo tuvieron al alcance de sus manos, lo rozaron con la yema de los dedos. Un punto en el momento decisivo, una bola que pasara al otro lado de la pista en lugar de quedarse en la red… Eso fue lo que les separó de la conquista del Torneo de Maestros pero, pese a ello, tanto Maxi Grabiel como Ramiro Moyano tienen motivos más que de sobra para sentirse orgullosos por su subcampeonato en la prueba con la que se bajó el telón de la presente temporada en el Circuito World Pádel Tour.

Saben que han derribado esa barrera que aún les faltaba por superar. Se han demostrado a sí mismos que tienen cualidades para ganar a los mejores y, con ello, se preparan para iniciar un 2016 en el que pueden ser una de las parejas más ‘peligrosas’ y a tener en cuenta por todos los rivales.

No te pierdas esta completa entrevista concedida a los compañeros del Team Vibor-A, repleta de frases que demuestran la verdadera esencia de Maxi: la de un gran campeón y un compañero superlativo en todos los sentidos.

Llegasteis al Máster como pareja número 8 y habéis estado a punto  de ganar… ¿Qué ha ocurrido en vuestro juego de equipo para dar este paso al frente?

Pasaron dos cosas: el primer día que jugamos, notamos la pista más rápida y eso nos encantó ya que, para nuestro estilo de juego, nos vienen muy bien las superficies vivas. Este primer aspecto hizo que nos sintiésemos muy cómodos desde el principio. En segundo lugar, ocurrió lo que estábamos pidiendo a gritos: conseguir un gran resultado… Y esto se dio en el cruce contra Paquito Navarro-Matías Díaz. Nuestras sensaciones han sido positivas a lo largo de la temporada regular pero no conseguíamos rematar una actuación destacada. Creo que fue el momento en el que comenzamos a poner en valor nuestras posibilidades.

En la final contra, Juan Martín Díaz y Maxi Sánchez, tuvisteis 10 pelotas de break en el segundo set… ¿Se puede ganar una final perdonando tanto en momentos cruciales?

Categóricamente NO. Y menos con esta clase de jugadores, sobrados de jerarquía y experiencia. Si no aprovechas las pocas oportunidades que dan, estás muerto. Y así nos pasó. Creo que generamos muchas más de las que habitualmente se necesitan para cerrar una final. Una lástima, no las pudimos capitalizar. Recordar que ellos en los momentos importantes sacaron lo mejor de su juego. Nos fundió cuando nos rompieron el servicio en el primer juego del tercer set. Habíamos visto pasar todas esas oportunidades, estábamos solucionando nuestro saque sin problemas, y a la primera oportunidad que tuvieron, la aprovecharon… Nos desmoronamos completamente.

¿Cómo ha jugado Maxi Grabiel en el Torneo de Maestros? ¿Cómo te has visto desde dentro de la pista?

En líneas generales, bien. Para llegar a la final de un torneo de estas características si no das el máximo y estás a un gran nivel, es imposible. La complementación como pareja ha sido lo mejor. Hemos hecho nuestro mejor juego de equipo hasta la fecha… Sobre todo cuando alguno de los dos pasaba por un bache, el otro sacaba lo mejor de él para compensar esos aspectos técnicos que se venían abajo.

Tu compañero, Ramiro Moyano, fue nombrado mejor jugador del torneo. ¿Cómo has visto evolucionar su juego a lo largo de los cinco días de competición?

Cada día admiro más a Ramiro. Me entreno con él todos los días y estoy acostumbrado a ver lo que juega. Es una barbaridad. Ya lo venía hablando con nuestro entrenado Horacio Álvarez Clementi y con otros allegados: “A Rami solamente le falta ganar a una pareja de las grandes y perderles el respeto”. Él siempre ha jugado un montón, pero nunca había conseguido rematar una gran actuación en un partido importante, siempre ha estado cerca pero nunca lo conseguía. Por fin ha dado la vuelta a la tortilla y yo le he ayudado. Orgulloso de haber dado este paso al frente a su lado.

Después de su rendimiento en el Máster, se lo estarán rifando los primeros espadas con la cantidad de cambios que se vislumbran de cara a la temporada 2016.

Con anterioridad al Máster ya había tenido varias proposiciones de grandes jugadores. Le dije que no se sintiese obligado hacia mí por haberle llamado a mitad de temporada y haberle acompañado en esta breve etapa de su vida profesional. Estoy contento y orgulloso de que decidiese continuar a mi lado, valoro un montón la fidelidad que me ha demostrado. Este gesto dice mucho de él como persona. Creo que ya es el jugador de moda que van a querer todos, incluidas las marcas.

De cara a la próxima temporada, algo tendréis ganado como pareja al seguir juntos y haber engranado vuestro juego en la segunda mitad de la temporada 2015.

Claro que sí. Mira lo que me ocurrió a mí con Cristian este año, aún nos estamos buscando. No conseguimos adaptarnos. Todas las parejas pasan por un período de acoplamiento. A unos les cuesta más y a otros menos. Nosotros ya tenemos engranado nuestro juego y esto nos dará un plus de cierta ventaja con respecto a las parejas de nuevo cuño.

En septiembre, cuando aún los resultados no llegaban, vuestro entrenado rHoracio Álvarez Clementi, declaró que estabais en condiciones de ganar a cualquier pareja. ¿Ha sido duro el camino hasta la consecución del subcampeonato en el Máster?

Ha sido duro el hecho de no cuajar y plasmar nuestro juego en los torneos, ya que los entrenamientos han sido como toda la vida, doble turno. Eso no nos cuesta; la verdad es que disfrutamos con la rutina del día a día pero sí es cierto que cuando te entrenas tanto y los resultados no terminan de llegar, te desmoralizas un poco. Sentíamos que estábamos jugando bien pero no lo plasmábamos dentro de la pista. Fueron momentos delicados en lo psicológico.

Después de la batalla, vendrá el merecido descanso del guerrero. ¿Qué harás hasta el arranque de la pretemporada 2016?

En estos días venideros, absolutamente nada. Descansar. Pasaré las fiestas con la familia de acá y el 03 de enero marchamos para Argentina hasta el 31. Es demasiado tiempo para estar inactivo. Volveré a las canchas de cemento que me vieron nacer como jugador. Son momentos increíbles. Es volver a la infancia, rememorar tantos momentos lindos… Es muy curioso, me encuentro con bastante gente que sigue jugando al pádel desde aquellos años, tremendamente fanáticos. Os podéis imaginar la cantidad de vivencias que tenemos en común para rememorar.

Nada más terminar la final del Máster hiciste unas declaraciones afirmando que “No conquistamos el cielo, pero estuvimos en él”. Cuéntanos algo de ese lugar.

En concreto me refería al espacio de tiempo que pasó desde que conseguimos el pase a semifinales hasta el inicio de la final. Fue un sueño, para Rami era la primera vez que jugaba un Máster y para mí, que soy el único profesional que ha jugado todos junto a Juan Martín Díaz, era la primera final. El cielo es una estancia sosegada, rebosante de serenidad, un estado de relajación al que es difícil de llegar por otros caminos. No pudimos quedarnos, perdimos en la final, pero sí os aseguro que disfrutamos de unos momentos indescriptibles.

Maxi Grabiel, uno de los protagonistas del Estrella Damm Másters Finals

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