Puede que esté viviendo el momento más dulce de su carrera. Puede que esté viviendo unos meses que ya nunca podrá olvidar… Pese a tratarse de una unión provisional, sólo hasta finales de 2014, la pareja que ha formado junto a Paquito Navarro está logrando unos resultados insuperables. No te pierdas el resumen del Estrella Damm San Fernando Open realizado por el propio jugador del Team Vibor-A.
Padel World Press .- Es uno de los jugadores de moda del Circuito World Pádel Tour. Sus dos victorias consecutivas junto a Paquito Navarro han hecho que todos los aficionados sigan muy de cerca las evoluciones del gran jugador de La Plata.
Poco antes de poner rumbo a tierras argentinas, poco antes de afrontar la última prueba de la temporada antes del Másters Finals, Maxi Grabiel ha querido compartir con los compañeros de Vibor-A y con todos los aficionados sus vivencias y recuerdos del WPT San Fernando.
“Llegamos a San Fernando con la moral alta después del triunfo en Valencia y de haber derrotado en la final a los números uno del mundo: Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín. Tanto Paquito Navarro como yo éramos conscientes de que nuestras posibilidades de triunfo eran mayores por la ausencia de las dos primeras parejas del Circuito.
El partido contra Juan Manuel Vázquez y Borja Yribarren en primera ronda no fue tan fácil como señaló el marcador, a pesar de ser una pareja nueva que venía de la Previa. Borja jugó especialmente bien. En este primer encuentro nos dimos cuenta de que la pista era muy lenta y que el torneo iba a ser tremendamente duro.
En octavos jugamos contra Gerard Company-Rubén Rivera, también una dupla nueva. A Gerard ya me había enfrentado muchas veces. Es un gran jugador de derechas que interpreta muy bien el pádel y maneja muy bien los ritmos… Sabíamos que en una pista tan lenta llegarían sus oportunidades. El primer set lo despachamos con facilidad por un 6-0, ya que Rubén Rivera tardó en meterse en el partido, pero en el segundo todo fue mucho más ajustado y lo ganamos 6-4.
Contra Aday Santana y Jordi Muñoz teníamos claro que iba a ser un duelo igualado. Salimos a tope con la intención de hacer largos los puntos. Notamos que Jordi no se encontraba muy bien y cargamos el juego a su lado. Nos impusimos en la primera manga por 6-2 y, al inicio de la segunda, se retiraron por una indisposición de Muñoz. Esto nos allanó el camino para el cruce de semifinales contra Lamperti y Allemandi, ya que sólo tuvimos que jugar un parcial.
Creo que lo del morbo ha sido una cuestión de los medios de comunicación y las redes sociales. Tanto Paquito y Adrián como Lamperti y yo seguimos manteniendo una gran amistad. Era un choque especial para nosotros porque nos encontrábamos en una semifinal, cosa bastante seria. Al menos, nosotros no hicimos otra lectura aunque, eso sí, lo que ocurre y comprendemos es que para los aficionados sí que era el partido del morbo. Jugamos muy serio y nos impusimos por 6-4 y 6-1.
Ya en la final salimos preparados para estar dentro de la cancha mucho tiempo por el juego que veníamos desarrollando ambas parejas y por la lentitud de la pista. El compromiso se fue por encima de las cuatro horas, siendo muy igualado en todo momento. Empezamos mejor y nos llevamos el primer set por 7-5. En el segundo, hubo roturas por todas partes, hasta que al final se lo llevaron ellos por 5-7, mientras que, en el tercero, Paquito Navarro empezó con problemas en el cuádriceps y tuvimos que pedir fisio. Parecía que estábamos tocados pero mi compañero se recuperó de los calambres y nos llevamos la tercera manga por 7-5. En el cuarto, quien comenzó con problemas fui yo, en el cuádriceps y en el isquio, duro de soportar y tremendamente cansado.
Sabíamos que si nos igualaban en el cuarto no íbamos a poder hacer nada en el quinto, así que dimos todo y ganamos el torneo en el tie break de dicha manga con un sabor especial por el sacrificio que hicimos.
Haciendo balance de estos últimos torneos creo que la adaptación con Paquito Navarro ha sido sorprendente. No es normal sin haber jugado juntos nunca y con tres entrenamientos que tengamos estos resultados. La química dentro y fuera de la pista ha sido bárbara. Sin duda, es uno de los momentos más dulces de mi carrera, nunca había ganado dos torneos seguidos y nunca había jugado a este nivel. Es increíble que a mis 38 años pueda estar disfrutando estos momentos.
¡Ojalá se prolongue!
Maxi Grabiel”.
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