A sus 35 años, este argentino nacido en la ciudad cordobesa de Laboulaye compagina sus torneos del Circuito World Pádel Tour y de la Federación Madrileña con las clases que imparte en varios clubes de Rivas y Arganda. ‘Aventurero’ y muy inquieto, no duda en participar en numerosas pruebas lejos de España, por lo que nos puede ofrecer su visión sobre cómo se está desarrollando este deporte fuera de nuestras fronteras.
Padel World Press .- Tras empuñar por primera vez una pala en 1991, cuando apenas tenía 9 años, jugó hasta cumplir los 13 aunque luego estuvo 8 temporadas lejos de las pistas. A los 21, cuando se trasladó a la ciudad de San Luis para estudiar en la Universidad la carrera de Comunicación Social, retomó su contacto con el pádel y ya no pudo volver a dejarlo.
Viajero, emprendedor, no te pierdas este artículo, en el que nos resume las experiencias que ha vivido en sus distintos viajes por tierras europeas.
“Mis inicios en el pádel se debieron a mi padre, que fue profesor de tenis y luego de pádel. Fue uno de los pioneros en nuestra ciudad y siempre nos llevaba a competir a las distintas ciudades de Córdoba y del resto de Argentina. Tanto a mi hermano Mariano como a mí se nos dio bien este deporte desde el principio y no tardamos en quedar entre las 3 primeras parejas de Córdoba en Categorías de Menores. Por desgracia, el furor por el pádel en nuestro país cayó, cerraron muchos clubes y fue en esa época cuando mi hermano y yo decidimos dejar de jugar. Tras mi llegada a San Luis, volví a ilusionarme con este deporte, empecé a jugar torneos y a lograr buenos resultados. Al poco tiempo conocí a Daniel ‘Sanyo’ Gutiérrez, el mejor jugador de esa ciudad, quien me invitó a entrar en su grupo de entrenamiento. Al ejercitarme a diario en su compañía y en la de otros tres chicos muy buenos, mi nivel subió con rapidez y no tardé en jugar en la máxima categoría de Argentina.
Tomé la decisión de venir a España en septiembre de 2010, para empezar a dar clases de pádel aquí. Sanyo ya estaba instalado y me ayudó mucho al principio. Vivía con él y con Ramiro Moyano. Fue una buena decisión porque de entrada me fue bien y comencé a dar clases con mucha rapidez.
El pádel es un deporte divertido, fácil de jugar y que no tarda en engancharte… Es por eso por lo que en el resto de Europa está gustando y creciendo muchísimo. En estos momentos ya se practica en un montón de países y creo que la difusión del Circuito World Padel Tour ayuda mucho a su crecimiento, ya que algunas de sus pruebas se hacen en otros países. Pienso que en un futuro el pádel se jugará en todo el mundo, como el tenis.
Soy un poco aventurero, curioso y me gusta viajar… Si, además, en esos viajes hay pádel, pues mejor imposible, jajaja. La gente de los países a los que vamos nos trata de una manera estupenda y, por eso, para mí es un verdadero placer poder disputar torneos fuera de España.
En algunos sitios me han sorprendido porque sus jugadores lo hacen muy bien si tenemos en cuenta el poco tiempo que llevan jugando a este deporte. Hay también muchos ex tenistas profesionales que se pasaron al pádel y que tienen una buena base, por lo que su progreso es más rápido. No podemos olvidar que algunos representantes de México, Portugal Alemania, Francia, Suecia ya se animan a jugar las Fases Previas del WPT. Creo que, poco a poco, su nivel subirá porque tienen muchas ganas y mucho interés en progresar.
Lo que noté en Grecia Suecia y Bélgica es que el pádel les encanta. Puede que a unos sea porque se trata de una novedad y, a otros, porque realmente les gusta el deporte. Juegan muchas mujeres, niños y señores mayores también. A diferencia de España, lo que noté también es que el coste de alquiler de una pista es bastante más caro. En Suecia, por ejemplo, una hora de pista puede costar entre 40 y 50 euros. En Estocolmo, el club en el que estuve se llama Padel Center y uno de los dueños es el Jonas Bjorkman, ex número 1 del mundo de tenis en la modalidad de dobles.
Por su parte, en Atenas hay cuatro clubes y mucha afición. Se organizan muchos torneos y la gente siempre responde de manera muy positiva. En 2016 estuve por allí en dos ocasiones y participé en un torneo internacional, que estuvo muy bien organizado por parte dela familia Andreu. Realizaron un despliegue que me sorprendió y es que fueron los principales canales de TV y muchísimos espectadores.
En Gante (Bélgica) también está creciendo de a poco. Hay un club con 8 pistas y, al igual que en Estocolmo y Atenas, a los aficionados les encanta el pádel. En cuanto llegué a sus instalaciones, vi que en una de las canchas estaba jugando el ex tenista Xavier Malisse.
Puede que sea optimista por naturaleza pero estoy convencido que, en un futuro, el pádel será olímpico y que será como el tenis… Aunque para eso faltan varios años, sé que este deporte se jugará en casi todo el mundo.
Para terminar, y centrado en mis objetivos para este 2017, quiero seguir compitiendo en la Federación Madrileña (en 2016 terminé entre las 8 mejores parejas), además de pelear por entrar en algún Cuadro Final del Circuito WPT. A su vez, tengo un proyecto con Greek Padel Academy, el club que me patrocina, para impartir unos clinics, ir a jugar torneos y exhibiciones en Atenas y ser su imagen.
Matías Báez”.
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