Padel World Press .- Por delante vaya el hecho de que no considero que haya ‘puntos clave’; de hecho, el creer que los hay nos puede hacer mucho daño a nivel psicológico. Bueno, hay una excepción ya que quizá podemos considerar sólo un punto clave y decisivo: el último. Todos los demás son más o menos importantes dependiendo de cada fase del partido. Es por eso por lo que en esta ocasión vamos a hablar de aquellos momentos de un compromiso dónde la consecución de un punto puede darnos cierta ventaja.
Quizá os sorprenderá un poco los que considero momentos importantes de un choque. La mayoría de vosotros pensareis que los instantes decisivos de un encuentro de pádel están asociados a los finales de set o a conseguir los juegos de desempate cuando el marcador está muy igualado, es decir, para muchos jugadores/as los juegos clave podrían ser el 4-4 o el 5-5 o, por supuesto, el tie- break.
Mi visión, desde el punto de vista psicológico es diferente y os explico por qué. En un 4-4, 5-5 o en la disputa de un tie-break, por lo general, los 4 jugadores/as están en un nivel de concentración y activación alto porque saben que en esos momentos no se pueden relajar y van a poner todo para sacar lo mejor de sí mismos/as en tal circunstancia. Por lo tanto, no son juegos o momentos donde podamos marcar diferencias con respecto a la pareja rival…
Los 4 jugadores/as están en su máximo de motivación y energía para conseguir ponerse por delante, pero ¿qué ocurre con los primeros juegos de cada set? Los jugadores no están tan activados, la concentración no es la misma que cuando el parcial está más adelantado y puede parecer que no son juegos tan importantes… Pues bien, es ahí donde psicológicamente puede estar la clave. Si nos mentalizamos en darle mucha importancia a los primeros juegos de cada manga y poner la atención máxima en esos momentos es probable que si marquemos diferencias con la pareja rival… ¿Por qué? Simplemente porque estaremos jugando a otro nivel de concentración, activación y motivación que la dupla que tenemos al otro lado de la red y esto se puede notar en el marcador.
Suele ser habitual que en los principios de cada set los jugadores/as estén a la expectativa, no saquen lo mejor de si mismos/as y es como si, de manera inconsciente, no se le diera la importancia suficiente a esa fase del partido. Sin embargo, la realidad es que esos primeros compases de cada parcial pueden marcar de manera decisiva los momentos finales del mismo. Si conseguimos hacer un break en los primeros juegos del set vamos a abrir una pequeña brecha que luego será difícil que nuestros oponentes puedan contrarrestar si mantenemos un aceptable nivel de juego el resto del set. Por este motivo y, desde el punto de vista psicológico, es ahí, al principio del partido y en los comienzos de cada manga, donde deberíamos hacer un esfuerzo para darlo todo y tratar de sacar nuestro mejor juego. En esos momentos, nuestros oponentes no se esperan que demos el máximo y es ahí donde tenemos que aprovechar para tratar de marcar diferencias. Es por ello por lo que, a mi juicio, el principio del encuentro ya empieza a ser un momento importante.
Desde el peloteo previo al inicio tenemos que tratar de estar muy concentrados y hacer un calentamiento técnico ‘limpio’ y con los menos errores posibles. Sólo así seremos capaces de empezar con un tono técnico y mental adecuado para tratar de marcar diferencias desde los compases iniciales.
En los primeros juegos del choque, los jugadores/as suelen estar más pendientes de la pareja rival que de ellos mismos y tratan de buscar pistas que les den respuestas tácticas. Para mí es un error hacer eso en dicha fase. En los primeros juegos quizá es más rentable poner toda la atención en nuestro juego, tratar de poner en marcha lo que mejor sabemos hacer y tener un nivel alto de concentración y activación. Es muy probable que, de esta manera, nuestro comienzo sea más efectivo. Otra cosa es cuando el duelo está más avanzado… Ahí es donde tiene más sentido fijarse en la pareja rival, o más bien, tratar de averiguar qué jugadas nos están dando éxito.
Si en el transcurso de un enfrentamiento somos capaces de detectar qué acciones son las que no están permitiendo ganar los puntos, esas jugadas son las que tendremos que tratar de llevar a cabo durante el resto del partido y, sobre todo, en los momentos importantes del mismo.
Para terminar digamos que una cosa son los momentos importantes y otra los denominados ‘puntos decisivos’. En este caso y, desde el punto de vista psicológico, mi teoría sigue siendo la misma: podría parecer lógico pensar que los puntos decisivos son los que se van disputando al final de cada juego, pues bien, quizá a nivel mental el hacer esos puntos te da más confianza pero hay que tener en cuenta la que denominamos ‘teoría del desequilibrio atencional’.
¿Cuándo es más probable que la pareja rival esté más atenta durante el transcurso de un juego? ¿Al principio o al final del mismo?
Es muy probable que estén más atentos/as al final, porque es ahí donde consideran que se están jugando el juego. Pues bien, si es así, es posible que en los primeros puntos de cada juego la atención de la pareja rival no sea tan depurada y entonces, la respuesta inteligente sería jugar los primeros puntos de cada juego con la máxima atención y activación para así sacar partido de esta situación y no tener la necesidad de llegar al final del juego apurados, es decir, conseguir que ese desequilibrio atencional se produzca a nuestro favor.
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