Padel World Press .- A todos los amantes de este maravilloso deporte nos emociona ver a los jugadores sacar la pelota por 4, salir por la puerta para volver a meter la bola en el campo del oponente y ganar el punto. Pero, ¿alguna vez nos paramos a pensar el porcentaje de bolas en juego que representan estas acciones? En realidad, muy poco.
Aunque el pádel ha cambiado mucho en los últimos tiempos gracias a los materiales empleados en construcción de palas, pistas, así como a una preparación atlética y mental diferente, lo cierto es que su esencia continúa intacta. Hace muy poco se realizó un homenaje público al gran Fernando Belasteguín por sus 15 años como número 1 del Circuito Profesional. Es, sin duda, el ejemplo de saber jugar con eficacia mejor que nadie. Es el mejor ejemplo de aprovechamiento máximo de los recursos propios adaptados a las necesidades del juego; el éxito en el pádel.
El pádel es un deporte donde el porcentaje de aciertos y de errores marca el devenir de un encuentro. Es muy importante que tengamos en cuenta la necesidad de minimizar errores como elemento clave de nuestro juego. Pero ‘cuidado’ con minimizar errores sin ser capaces de proponer nada para vencer. Debemos evitar fallos y saber qué y cuándo proponer para poder lograr la victoria.
Hagamos un simple análisis y preparemos nuestra ‘receta de juego’ para obtener el éxito en el pádel. Lo primero que debemos añadir es una buena dosis de defensa sólida, con solvencia e incluso disfrute. A continuación, unas gotitas de paciencia y oportunidad para completar nuestro plato con golpes ofensivos que generen desequilibrio a nuestro favor. A priori, todo parece fácil pero no sabemos por qué luego se complica y muchas veces terminamos perdiendo.
La pregunta que planteamos es: ¿Se puede aprender a jugar seguro y conseguir el éxito en el pádel? Pues claro que podemos afirmar que sí es posible aprender a jugar seguro y, en ese sentido, podemos aportar aspectos que nos ayudarán a mejorar nuestro rendimiento:
– El consejo más importante que podemos dar es jugar como puedo. De nada sirve intentar jugar en la red si mi volea no es buena. No puedo obsesionarme con sacarla de la pista si cuando saco tres o cuatro bolas en un partido tengo que ir al fisioterapeuta a recuperar mi sistema músculo-articular. Con nuestro entrenador debemos valorar nuestro juego y, sobre sus premisas, comenzar a trabajar en una doble vertiente. Por un lado aplicar la idea de ‘jugar seguro’ a nuestras características y, por otro, continuar trabajando para mejorar aspectos Técnico-tácticos.
– Aprende a leer el juego en cada instante. Si logro identificar cuando estoy en problemas, cuando los tienen mis rivales o cuando estamos en un momento de incertidumbre será más sencillo realizar la toma de decisiones y aplicar una respuesta con mayores probabilidades de éxito.
– Plantea el juego en base a tus características y, por supuesto, a las de tus rivales. Si me enfrento a una pareja que por arriba la explota no debería abusar del globo. Si los rivales son dos tenistas que volean de cine pero se atascan en las paredes, debo tener paciencia cuando estén en la red, buscar la bola cómoda que me permita echarlos hacia atrás y, una vez allí, hacerles sufrir en las paredes hasta que me regalen una bola que pueda ganar con facilidad.
El control de los pensamientos a corto y largo plazo
– No pienses a corto plazo. Es común que jugadores noveles dominen el apartado anterior pero deben ir un paso más allá. Debemos prever que aunque mi toma de decisión y posterior respuesta sea óptima, todo se puede complicar cuando mi rival golpee y lo que debía llevarme a la red o a sacarla, de pronto puede cambiar y me haga volver a empezar. Si dominamos lo que mi golpe puede generar, será más fácil responder a una nueva acción.
– Cuando ya piensas a largo plazo es el momento de buscar tu momento en cada jugada. Debemos intentar dirigir el juego con nuestra pala hacia lo que nos interesa siempre que sea posible aunque, en ocasiones, los rivales no nos dejarán opciones. Nunca pienses que un globo es de cobardes o que reventarla es de valientes. Cada momento requiere una acción determinada y aprender a controlar los momentos y situaciones es clave.
Si defiendo muy bien pero no consigo cambiar el juego nunca, tendré pocas opciones de mandar en el marcador. Si por el contrario soy el que mejor remata y sólo me llegan dos globos por set, tendremos difícil ganar puntos como me gusta. Con paciencia e intención debemos intentar llevar el juego hacia donde me sea favorable y cuando aparece la opción de pasar a dominar el punto lo haremos con decisión y con total control de la situación al no ser algo aleatorio.
En definitiva, jugar seguro es asequible a cada jugador con independencia a su nivel de juego.
Por eso, ‘jugar seguro’ será siempre una gran clave para el camino al éxito en el pádel.
Imagen: Facebook de Adidas Padel
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