Padel World Press .- Antes de empezar, habría que decir que habría escrito lo mismo si hubiera ganado la final o si la hubiera perdido. El sábado, en las redes sociales que hacen referencia al pádel, o si oías la retransmisión en Streaming del World Padel Tour, lo que más se oía era la palabra “vuelta”. Y de ahí que escriba estas líneas, en las que simplemente quiero destacar que no es una vuelta porque, a mi entender, Juan Martín Díaz nunca se fue.
Si en los últimos años, en los que el pádel se ha hecho moda en España, se ha oído hablar de alguien, es de Juan Martin, un jugador que lo ganó todo junto a Fernando Belasteguín durante 14 años, una dupla que pasó a la historia y que estuvieron en lo más alto durante 13 temporadas.
Tras la separación, siguieron caminos distintos… Y mientras Bela ha seguido al mismo nivel, ganando torneos y en lo más alto del Ranking, Juan Martín, por su parte, pasó por varios compañeros pero no llegó al nivel que tenía antes de la separación. Pero he aquí que a finales del 2016 decide pasar por el quirófano para operarse la rodilla, con la idea de reaparecer en 2017 con Ramiro Moyano aunque no pudo volver a jugar en tod la campaña.
Y llegamos a 2018, cuando forma pareja junto a uno de los jugadores con más progresión del mundo, un jugador que vuelve loco al público y que es puro espectáculo: Paquito Navarro. La temporada no empezó bien hasta que llegamos a Zaragoza, donde se plantaron en la final. Fue un torneo muy emotivo para público, para aficionados, para jugadores….
Juan Martín Díaz tiene 43 años y estaba jugando contra rivales 20 años más jóvenes que él, jugadores que crecieron viéndole jugar.
Y desde aquí quiero escribir algo a nivel personal. Pocas veces lo he hecho pero creo que es una ocasión que bien lo merece.
¡No ganaste! Da igual. Según la gente, una rodilla completamente destrozada, un año entero sin jugar, habiendo ganado todo lo posible y más, otro cualquiera se hubiera ido a su casa con la sensación de haberlo dado todo, pero no, dijo desde el principio que su carrera no podía cerrarla una lesión, un año entero sin jugar. Trabajando en silencio, muchas horas, muchos sacrificios, seguro que varias veces pensó tirar la toalla, pero se armó de valor y nunca se rindió y siguió trabajando para llegar a donde llegó, a otra final. ¡¡Nadie se lo merece más que él!!
Sus rivales, al acabar, lo único que dijeron fue que la mayor alegría fue verle en una final. Eso es RESPETO… Respeto a un jugador que ha hecho grande este deporte, respeto a una persona que además de ser jugador, preguntes a quien preguntes, es persona y es de los más queridos, si no el que más. La gente tiene de ídolos a Messi, Cristiano, Raúl, Figo, Neymar… Pero yo desde que me metí en una pista de pádel hace 25 años, tuve como ídolo a Juan Martín, quien desbancó a un Indurain que, en la infancia de muchos, sería el deportista que marcó nuestras vidas.
De aquí en adelante, queda mucha temporada. No sabemos si será la última de este jugador de leyenda, con múltiples motes, el Señor de los Reflejos quizás el que más suena ahora. Puede que llegue a más finales, puede que gane torneos, o que no pase de cuartos en ningún torneo más. Da igual; no habrá que decir que ha vuelto porque nunca se fue.
En mi humilde opinión, el pádel es Juan Martín Díaz, y pasarán años hasta que vuelva a salir un jugador igual a una pista… Su hijo tiene toque, veremos donde llega, así que más vale disfrutar de los torneos que juegue y, por supuesto, animar y respetar al resto de jugadores, que trabajan y luchan tanto como él. Pero por ahora, ninguno ha llegado donde él, por títulos o por carisma. Así que, desde estas líneas, mi pequeño homenaje a este jugador, persona, e ídolo en mi caso.
¡Nos vemos en Valladolid!
Juan Villar
Imagen: World Padel Tour
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