Padel World Press .- Ha sido, es y será uno de sus motivos de orgullo… En StarVie siempre han presumido de contar con una fábrica propia en España, una arriesgada apuesta que realizaron con la certeza de que les otorgaría una ventaja competitiva al controlar ellos mismos todos los procesos de fabricación… Además de ayudarles a investigar, innovar y perfeccionar técnicas de una manera directa y ‘en primera persona’.
Ocho años después de poner en marcha ese apasionante desafío, y con una pandemia de por medio, llega la hora de hacer balance a todo lo cosechado en este tiempo, en el que con trabajo, ilusión y muchas ganas, se han ido superando todos los objetivos propuestos.
Cuando se habla de StarVie, todos sabemos que uno de sus puntos diferenciadores es contar con su propia fábrica en España, en Azuqueca de Henares, donde se producen todos sus modelos. ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha este proyecto?
StarVie nace en Barcelona en 2002. En el año 2008 entra un grupo inversor con nueva dirección de negocio y, después de malas experiencias que se habían vivido con fabricantes, se decide crear la fábrica propia situada en Azuqueca de Henares (Guadalajara). Todo se pone en marcha en el 2013 después de un año de proyecto y de obras.
El hecho de contar con una fábrica propia es una ventaja competitiva con respecto al resto ya que no se depende de terceros para la producción de las palas, se evitan los colapsos, se controlan los procesos de producción… Pero también exige una mayor inversión, responsabilidad. Desde tu experiencia, ¿cuáles son los pros y los ‘contras’ de tener una fábrica propia?
Los ‘pros’ ya los habéis mencionado. Al controlar la producción puedes reaccionar más rápidamente a la demanda, corregir errores, desarrollar I+D de manera directa así como seleccionar de forma más exhaustiva los materiales y los proveedores que garantizan las mejores especificaciones técnicas. Los ‘contras’, como es lógico, pues que los costes encarecen el producto. Como bien sabéis, por coste de mano de obra y por coste de materiales no es lo mismo producir en España que hacerlo en Asia.
La fábrica ha cambiado mucho desde sus primeros pasos a lo que vemos hoy… Se han ido haciendo remodelaciones, ampliaciones, etc, según las necesidades… ¿Cómo ha sido la evolución y el desarrollo que ha seguido la fábrica desde su nacimiento hasta la actualidad?
Efectivamente. La inversión inicial fue en el 2012 pero no se ha parado de reinvertir en la fábrica debido, en gran parte, a nuestra obsesión por mejorar la calidad de nuestros productos y las condiciones de trabajo, así como por el crecimiento de la demanda de estos últimos años. Con la experiencia hemos aprendido muchísimo y eso nos ha permitido mejorar procesos, el rendimiento y resultados en la fabricación, acondicionar la fábrica a nuestras necesidades, tabicando zonas, mejorando la luminosidad, los equipos de extracción de aire y ampliando números de máquinas (prensas, hornos), CNC, taladros), etc). Desde hace ya más de cuatro años, contamos y mantenemos los certificados de calidad del sistema de gestión medioambiental (ISO 14001:2015) y del sistema de control de la misma (ISO 9001:2015).
Venimos de un año muy complicado, en el que el mundo ha cambiado… En ese sentido, ¿cómo se ha adaptado el trabajo en fábrica para volver con fuerza tras el confinamiento?
Debido a la pandemia se han tenido que restructurar horarios y puestos de trabajo. Por otro lado, también se han implantado las medidas oportunas y se han seguido a rajatabla las recomendaciones de las autoridades sanitarias en todo momento.
Imagino que la irrupción de la inesperada pandemia cambiaría todos los planes previstos… En el mercado, hay muchas menos palas que en años anteriores y los aficionados lo están notando al tener dificultades para encontrar los modelos que buscan. ¿Cómo está trabajando StarVie para dar respuesta a esta situación?
La pandemia supuso un frenazo de toda la economía y de hecho hay sectores que a día de hoy siguen paralizados. El sector del pádel es un sector privilegiado en esta crisis. Después del frenazo de los tres primeros meses, ha resurgido con un empuje y una fuerza inesperada. Después de estar haciendo planes de contingencia, reelaborando presupuestos y financiaciones… Nos hemos visto obligados a incrementar la producción de la fábrica semana a semana debido a la demanda que existe en la actualidad en el mercado.
Como bien dices, la pasión por el pádel se ha disparado y la demanda de productos no para de aumentar… ¿Os esperabais que este deporte siguiese creciendo incluso en una situación tan complicada o eso es algo que a las marcas os ha podido pillar un poco de ‘sorpresa’?
Está claro que nos ha sorprendido a todos y de ahí las roturas de stock en todas las tiendas y en todos los grandes almacenes. El pádel ha servido de refugio físico y mental para mucha gente por su carácter social así como por su rápida curva de aprendizaje y entretenimiento. Era impensable en el mes de abril sospechar lo que ha pasado. Lo que tenemos claro es que aquella persona que prueba el pádel se engancha. Por eso ha producido tanta incorporación a este deporte y que no creo que se abandone, sino que seguirá creciendo.
En vuestro caso, también habéis crecido en ventas en 2020… ¿Cómo valorarías los resultados obtenidos en un año tan duro y difícil como el que acabamos de vivir?
El compromiso y el esfuerzo de todo el personal ha sido un factor determinante y se ha visto recompensado en los últimos meses del año. Aun así, la incertidumbre sigue latente porque es obvio que la pandemia continúa con nosotros, por lo que debemos ser prudentes y medir bien todos los movimientos.
Permanece muy atento a las páginas de Padel World Press ya que, en los próximos días, te ofreceremos la segunda parte de nuestra entrevista con el CEO de Starvie.
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