Con un talento fuera de toda duda, con unas cualidades envidiables para ser uno de los nombres propios de este deporte, el jugador del Team Vibor-A está experimentando una sensible progresión en su juego. Ya asentado dentro del Cuadro Principal, y tras haber cumplido su primer objetivo de ‘librarse’ de las Rondas Previas, su próximo reto será el de escalar posiciones en el Ranking.
Padel World Press.- Pocas horas antes de afrontar su debut en el Estrella Damm San Fernando Open, en el que junto a Cristian Calneggia se medirá a Eduard Bainad-Jani Gisbert, el madrileño ha hablado con Padel World Press para contarnos cómo llegó al pádel, a qué se debió el sorprendente parón que decidió realizar hace unos años, cuáles son sus próximos retos y objetivos,…
Muy agradecido al equipo de Vibor-A por la confianza que han depositado desde el primer día en él, quiere responder a su firma con buenos resultados dentro de la pista y con un gran trabajo fuera de la misma.
Siempre divertido, cercano y muy humilde, esta entrevista nos dio la oportunidad de conocerle más en detalle… ¿¿Quieres hacerlo tú también??
Pese a tu juventud, llevas toda una vida en el mundo del pádel… ¿Cómo conociste este deporte? ¿Qué fue lo que te sedujo de él?
Hola Óscar. Pues bueno, desde muy pequeño empecé a jugar a fútbol y tenis. Lo que más me gustaba era el fútbol. Mi padre me ha enseñado a jugar a todo. Todo se lo debo a él. Mis recuerdos de pequeño son todos jugando uno de esos dos deportes. A los diez o doce años, me descubrió el pádel y me encantó. Jugaba con mi hermano y se nos daba bastante bien. Siempre he dicho que el pádel es fácil… Y sobre todo a la hora de empezar a practicarlo. Competir ya es otro mundo. Lo que me sedujo fue toda la variedad de golpes que tiene.
Siempre fuiste considerado como una gran promesa pero un año, de pronto, dejaste de competir… ¿A qué se debió esa decisión?
La verdad, dejé de competir porque me dejo de gustar… Ahora lo veo como una forma de vida. Tengo unos objetivos que quiero cumplir y sólo me muevo por eso, por hacer realidad esos objetivos. Sin eso, me aburriría. Mis entrenamientos y mi día a día siempre van unidos a eso.
Parece que el gusanillo del pádel no desaparece así como así… ¿Qué sentiste al regresar al mundo de la competición?
Competir es lo que más me puede gustar. En mis entrenamientos, la preparación física no me cuesta nada porque es como una competición. Sin embargo, debo admitir que el entrenamiento en pista muchas veces sí que me cuesta un poco más.
El equipo de Vibor-A siempre ha confiado mucho en ti… ¿Qué ha supuesto que una marca como ella se haya cruzado en tu camino?
Somos amigos. Que haya una marca que apueste de esa manera por ti, es espectacular… Que te llamen para ver qué tal estas con tu familia, novia o lo que sea, pero nada de pádel… Siempre están ahí, dispuestos a ayudar, lo que es una motivación y un objetivo más que te puedes sumar.
¿Son los ‘culpables’ de que veamos a un Jacobo con más ganas y más motivado que nunca?
Sí, sin ninguna duda. Los culpables son Vibor-A, mi padre, Ramiro Choya y, como no, yo.
¿Qué le aporta tu pala a tu juego?
No puedo jugar con ninguna otra pala. Nunca he sido nada maniático con palas ni con nada en mi vida… Sin embargo, hoy en día soy un pesado con las palas. La calidad de todas y cada una de ellas se reconoce en apenas dos segundos.
Año tras año, el nivel no para de crecer… Ya en las Pre-Previas se pueden ver duelos espectaculares. ¿Cómo tiene que prepararse un jugador para tener opciones de llegar al Cuadro?
No te haces una idea… Cada vez es más complicado llegar a clasificarse para cualquier Cuadro Final. La gente juega un huevo y salen a muerte en cada torneo.
¿En qué consiste un día normal en el trabajo de Jacobo Blanco?
Me levanto pronto, desayuno y me voy a entrenar al pádel… Termino y me voy directo al gimnasio, a trabajar el aspecto físico. Luego doy todas las clases que puedo, porque siempre viene bien un dinerito extra.
Muchas veces, los aficionados no son conscientes de los esfuerzos que tenéis que realizar. ¿Qué es lo más duro de ser jugador profesional de pádel?
No sabría que decirte. No hay nada que me parezca duro. Hay muchos otros trabajos que son durísimos. En mi opinión, puede que lo más duro sea cuando sales de casa muy muy pronto y, aunque esté diluviando y haga mucho frio, tienes que irte a entrenar.
Entonces, ¿qué es lo mejor de dedicarse a este deporte?
Lo mejor es cuando ganas… Y cuándo puedes compartirlo con tu compañero y con tus amigos.
En el puesto 61 del Ranking, y ahora junto a Cristian Calneggia, ¿cómo valorarías todo lo conseguido hasta el momento en la temporada 2015?
Pues de una manera muy simple y sencilla: De menos a más…
¿Tienes claros cuáles serán tus objetivos para la próxima campaña?
Sí… Me gustaría meterme entre las 12 primeras parejas del Ranking World Pádel Tour.
Seguro que tienes muchos pero, si tuvieses que elegir, ¿cuál sería el mejor momento que te ha dejado el mundo del pádel?
Lo tengo muy claro: ganar el Mundial Sub’18.
También guardarás grandes recuerdos de todos tus compañeros pero, ¿con quién te has sentido más cómodo dentro de la pista?
Con Gonzalo García Vericat.
Todos tenemos nuestros sueños… Seguro que más de una vez has pensado “con XXXX no me ganaría nadie”… ¿¿Quién sería ese XXXX??
Jejeje. No sabría decirte. El jugador que más me ha gustado ha sido siempre Juan Martín Díaz pero no sé cómo lo haríamos… Los dos jugamos en el mismo lado.
Analítico y muy autocrítico, ¿qué aspectos de tu juego te gustaría mejorar y cuáles te hacen tan buen jugador?
Me gustaría mejorar más la pegada y bajar el número de errores no forzados… Creo que la defensa es mi fuerte. Mi mejor golpe puede ser la derecha mientras que, el más flojo, es la pegada.
¿Qué sueños te gustaría hacer realidad en el mundo del pádel?
Pues la verdad es que me gustaría poder jugar un Másters Finals.
Para terminar, ¿qué mensaje te gustaría mandarle a los lectores de Padel World Press?
Les diría que sigan leyendo vuestros artículos, que siempre son muy interesantes. Muchas gracias por la entrevista.
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