Padel World Press .- En esta ocasión, podremos disfrutar con una de las entregas de los análisis de David Peris. El Psicólogo Deportivo nos hablará sobre la importancia de trabajar en equipo en pádel, algo que considera fundamental e imprescindible para poder alcanzar los objetivos individuales.
“Hola a todos:
Juan es uno de los muchos practicantes de pádel que lleva tiempo jugando a cierto nivel. Le gusta competir y lo que quiere es dar lo máximo. Tal es así que se enfada mucho cuando no le salen las cosas como a él le gustaría. Pero no sólo eso… Dice que, como él se exige mucho a sí mismo también le gusta exigirle al compañero para que haga ‘todo lo posible’. De hecho, en ocasiones discute con su compañero buscando que éste haga lo que debería hacer según el propio criterio de Juan y, en ocasiones, las discusiones incluso se alargan cuando el partido ha concluido.
Cuando Juan me contó aquello que quería mejorar, le pregunté: “Juan, ¿juegas CON tu compañero o CONTRA tu compañero?”. A partir de ese momento, Juan empezó a entender la importancia de trabajar CON la otra parte del equipo de dos en el pádel.
El pádel es un deporte de equipo de, al menos, dos componentes donde el trabajo de ambos es lo que determina el buen funcionamiento de ese ‘equipo’. Con Juan trabajamos seis aspectos clave para ‘ser un buen jugador de equipo’ en el pádel. Fueron los siguientes:
a) Entender al compañero: cada persona es como es y cada uno tiene su manera de funcionar. Algunos son más emocionales, otros más calmados; unos hablan más, otros son más; unos analizan mejor el partido, otros son más impulsivos… es decir, cada cual tiene su forma de funcionar. Es importante que cada jugador entienda cuál es la manera de funcionar de su compañero para, de esa manera, luchar juntos hacia la victoria.
b) Preparar estrategias para los momentos clave: existen situaciones en el partido que tienen una mayor trascendencia en el resultado (por ejemplo, un punto de partido a favor o en contra, cuando alguno de los dos jugadores tiene un ‘momento malo’…). Es ahí donde, como ‘equipo de dos’, ambos preparen qué hacer en esos momentos, bien sea a través de estrategias técnico-tácticas (lo que aumenta la confianza para esos momentos), bien de autorregulación emocional… Pero siempre buscando rendir al máximo en esas situaciones, atendiendo a las características tanto individuales de cada jugador como a las del equipo (compuesto por esos dos compañeros).
c) Hacer el trabajo individual ‘de equipo’ y centrándose en el compañero sólo cuando sea realmente necesario: en ocasiones ocurre que se está demasiado pendiente del compañero, en lugar de hacer ‘lo que depende de uno’. El jugador debe saber distinguir cuándo estar pendiente del compañero (y ayudarle en momentos emocionalmente complicados, por ejemplo) y cuándo debe centrarse en lo que tiene que hacer por sí mismo. Recordemos que es importante que el jugador juegue a su nivel y, para ello, debe ‘hacer bien su trabajo’ y centrarse en su juego, atendiendo a otros elementos sólo si es absolutamente necesario.
d) Definir funciones y actuar en consecuencia: para que un equipo de dos funcione es necesario ‘definir papeles de equipo’. Es decir, establecer funciones para cada uno de los jugadores y actuar en función de esas tareas. En unos casos, uno de los jugadores será el que decida cómo jugar, otro será más defensivo, el otro ‘se la jugará más’… Es decir: hay que tener claro cuál es el papel de cada uno en ese equipo de dos con el fin de alcanzar el máximo rendimiento durante la disputa del partido.
e) Favorecer una adecuada comunicación: el qué y cómo decirse las cosas es fundamental para el rendimiento del equipo de dos. Definir el tipo de mensajes y cuándo decirlos (por ejemplo en los cambios de lado, después de que uno de los jugadores se ‘desahogue emocionalmente’,…) en función de lo que es mejor para cada jugador y para el equipo es algo fundamental para mantener una buena comunicación y rendimiento durante un partido de pádel.
f) Valorar los aciertos propios y del compañero: en lugar de estar pendiente constantemente de lo que se hace mal, es mucho más eficiente reforzar y valorar con cierta frecuencia aquellas acciones que se hacen bien, tanto propias como del compañero. Ello provocará que se preste más atención a lo que se puede hacer en lugar de los errores, mejorando de esta manera el funcionamiento tanto individual como del ‘equipo de dos’.
Juan interiorizó, después de cierto tiempo, la necesidad de entender que se juega con otro jugador y que la mejor manera de que él consiga éxitos es compitiendo con su compañero.
Ahora Juan entiende que cada uno es como es, que incluso él puede ayudar a que su compañero funcione mejor si le entiende un poco más, y que, centrarse en su juego entendiendo a ‘esa otra parte del equipo’ es lo mejor que puede hacer para lograr éxitos en el pádel.
Es por eso por lo que Juan disfruta más e incluso rinde más jugando al pádel.
Imagen: Circuito Estrella Damm
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