Padel World Press .- Tuve el enorme privilegio de ser protagonista directo desde las mismísimas entrañas de la disciplina; desde aquella mágica década de los 80, donde todo fue vocación y pasión, pasando por los circuitos semi-profesionales y los Hispano-Argentinos de la década de los 90, hasta mi despedida injustamente angustiosa con el Mundial de Sevilla del 92, donde con Jorge Galleotti, en un esfuerzo titánico, construimos la segunda cancha de vidrio y la presentamos en la Isla de la Cartuja en Sevilla para las finales de ese evento.
Los años hicieron que uno fuera un espectador pasivo de los cambios que sobrevinieron con las nuevas palas de goma y pistas mejoradas con superficies sensiblemente diferentes. El Pádel reemplazó al Paddle y una nueva era de jugadores y medios de comunicación dio paso a una súper profesionalización que puso al deporte en un producto más de consumo masivo.
Los cultores del ‘Paddle Champagne’ empezamos a ver plasmado en el raconto de la historia algunas hegemonías que se dieron cíclicamente, destacándose del resto de los jugadores. A saber: Década del 80, Javier y Gustavo Maquirriaín, década del 90, Alejandro Lasaigues y Roby Gattiker y en lo que va del Siglo XXI, Fernando Belasteguin y Juan Martín Díaz (oficial). Eso sin desmedro de otros enormes profesionales cuya lista sería muy larga.
Como soy contemporáneo de las tres parejas, en mi fuero íntimo me empezó a dar vueltas en la cabeza cual era la mejor de las tres en un hipotético espacio común, y realmente fue algo cuya conciliación era virtualmente imposible… Más allá de las muy buenas experiencias de Javier con Roby y Pali Rovaletti, los Maquirriaín fueron una unidad conceptual donde sencillamente la puedo calificar de ‘monolítica’.
Ale y Roby fue la síntesis de la belleza dentro del rectángulo, con la magia del primero sumado a la plasticidad y contundencia del segundo. Y, finalmente, ‘Bela’ con el ‘Gallego’, con el impresionante record de 13 años como números 1 del mundo, 16 para el pehuajense ahora en yunta con Pablo Lima.
Con estas perspectivas toda especulación sobre una comparación es realmente odiosa, pues no hay parámetros. El Paddle de antes es totalmente distinto al Pádel de ahora; son deportes diferentes por mil razones. No obstante, en la cabeza me estaban dando vuelta algunas locuras, que se plasmaron en este ‘Desafío del Siglo’.
Lejos de poder contar como jugadores con los Maqui, había que poner en la cancha a los otros cuatro. Juntar a Bela y el Gallego era un tema, con Roby dedicado al tenis era otro tema, sin olvidar que Ale estaba retirado y fuera de competición desde hacía más de diez años. Aún teniendo a los cuatro, el partido por lógicas razones de alta competencia, no salía.
Pero una de las madres del Pádel, la paleta de frontón, ha dado soluciones inteligentes a las diferencias cualitativas, otorgando ‘ventajas’ de juego a quienes a priori están por debajo… Y ahí es donde se me ocurrió la posibilidad de que Bela y Juan Martín jugasen con palas de madera mientras que Ale y Roby lo hicieran con paletas de goma. No obstante, había muchos riesgos. Que el partido no ‘saliera’; que por usar madera se pudieran agravar las lesiones de los dos actuales profesionales; que no hubiera interés o que directamente los jugadores no se prestaran.
Pues bien, con Fernando decidimos hacer el espectáculo a beneficio de dos entidades de chicos con capacidades diferentes, una de Bolívar y otra de nuestro pueblo: Pehuajó, ambas apadrinadas por él mismo; y el resto fue un trámite… Todos encantados y, de la mano de Clemente Vergara, el escenario elegido para la disputa del Desafío del Siglo fue el Racket Club de Palermo, el que hubo que acondicionar contra reloj.
Un esfuerzo importante de Alejandro Trasmonte del grupo TNG, main sponsor de la exhibición, y de Alberto Wollmann, Director del Racket Club, fue la base de sustentación del encuentro, al que le agregamos un condimento especial que fue mezclar las parejas, todos con la misma ‘herramienta’ de goma, con el inapreciable aporte de los hermanos Maquirriaín que hicieron las veces de coach. También el árbitro internacional Eduardo Willers se sumó al espectáculo del ‘Desafío del Siglo’ y para completar la grilla volví a empuñar el micrófono para las presentaciones de rigor.
Todos los medios de información cubrieron a destajo el insólito desafío y eso tuvo un responsable altamente profesional, Ariel Blanco, que revalidó sus títulos de estupendo agente de prensa.
Mundo Padel Radio y TV fue la promoción y cobertura oficial en dos medios que en maridaje con las mejores y máximas propuestas del deporte del 20 x 10 están presentes con todo su potencial de la mano de un periodismo especializado que cubre los eventos en toda su integridad.
Otro protagonista activo fue el Streaming que llevó las imágenes a todo el mundo. Más de 4.000 conexiones convalidaron la importancia de la transmisión. Hoy puede verse la propuesta íntegramente en YouTube buscando ‘El Desafío del Siglo, Padel Mundial’.
¿Cómo salieron los partidos de ese Desafío del Siglo? Eso es absolutamente anecdótico y casi sin importancia. Lo que es importante es que SALIERON. Y la belleza estética de la cancha en su hábitat estratégico, el agua que de estar pronosticada se acobardó y se agregó indolentemente a la propuesta, el brazo de Ale supliendo toda otra cuestión personal, la eternidad en la bella dinámica de Roby, los recursos mágicos del Gallego y esa ‘máquina’ de jugar inagotable que exhala Fernando, hicieron que como pocas veces se da, el espectáculo supere al resultado.
Juan Carlos de Marco
Imagen: Padel Retro
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