El Granada Open ya tiene a sus campeonas de 2018. Gemma Triay y Lucía Sainz han logrado hacerse con el título en tierras nazaríes al imponerse a Marta Ortega y Lucía Sainz por 6-1 y 6-4.
Una final inédita esta temporada en un encuentro ya clásico del World Padel Tour. Las cuatro protagonistas de la final del domingo del Granada Open Tour son ya archienemigas en la pista, pero esta vez lo iban a hacer en un escenario diferentes.
Y eso pasaría factura. Concretamente en una de las duplas. Marta y Ari salieron algo atenazadas, fuera del ritmo del partido y tardaron en encontrar su sitio en la pista. Y eso, ante Gemma y Lucía, es un pecado casi mortal.
Triay y Sainz tenían un plan. El mismo que lleva dándoles buenos resultados toda la temporada y no estaban dispuestas a salirse un milímetro de él. Imponer su juego, buscar opciones de remate -lid en la que casi siempre salen victoriosas- y obligar a sus rivales a aguantar el tirón. Y les salió a la perfección.
Durante todo el primer set fueron por delante. No hubo opciones, posibilidades ni atisbos de igualdad. Gemma y Lucía se pusieron el traje de dominadoras y desactivaron el juego de Marta y Ari. El resultado, un 6-1 que plasmaba la diferencia en la pista.
Tras el paso por los banquillos, Ortega y Sánchez recapacitaron. Sabían que tenían mucho margen de mejora, que no habían llegado a la final para ser meras espectadoras y reaccionaron. Saltaron a la pista con más intensidad buscando una rotura rápida que les diera aire, y la consiguieron.
El encuentro, entonces, se puso vibrante. Marta y Ari lograban consolidar el quiebre y pasaban la presión ante unas Gemma y Lucía que no se habían visto en esa circunstancia durante todo el encuentro.
Y cuando parecía que podían ceder un poco, cuando se esperaba una grieta en su infranqueable muro, Gemma y Lucía decidieron demostrar por qué son la pareja número dos. Devolvieron el ‘break’, igualaron el encuentro y se pusieron por delante con una nueva rotura.
Ahí acabó el encuentro. Alargaron Marta y Ari el partido todo lo que pudieron, pero todo estaba visto para sentencia. Con un 6-4 definitivo Gemma y Lucía cerraban la final, reeditaban el título en Granada y subían el cuarto entorchado del año a su palmarés.
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