¿Te has puesto nervioso ante de entrar a jugar un partido de pádel? ¿Te sientes ‘bloqueado’ en situaciones de juego donde tienes que ‘tomar la iniciativa’? ¿Te enfadas con frecuencia y pierdes el control de tu juego? Fran Cintado, Licenciado en Psicología, Monitor Nacional de Tenis y preparador psicológico de deportistas de alto rendimiento, nos habla en sus ‘Apuntes de Psicología Aplicada el Pádel’ sobre unas situaciones muy frecuentes en la competición en el pádel. 

Padel World Press .-  En esta ocasión, presentamos ‘emociones’ que nos afectan de una manera negativa en nuestro juego y que hacen que no disfrutemos del pádel, además de motivar que muchos jugadores abandonen la competición.

Las Emociones son reacciones naturales que nos permiten ponernos en alerta ante determinadas situaciones que implican peligro, amenaza o  frustración.

Los componentes centrales de las emociones son las reacciones fisiológicas (incremento de la tasa cardíaca y de la respiración, tensión muscular, etc) y los pensamientos.

Es necesario adquirir ciertas habilidades para manejar las emociones ya que una intensidad excesiva puede hacer que las personas las vivan como estados desagradables o les lleven a realizar conductas indeseables.

Los jugadores de pádel no deben reaccionar de forma instintiva (por ejemplo, agrediendo a aquello que nos amenaza o escapando de la situación), sino que a lo largo de su preparación mental tienen que aprender formas de comportarse más adaptadas y adecuadas a cada situación.

En ese sentido, se podría decir que en los jugadores de pádel entran en juego cuatro aspectos:

  1. Una situación concreta.
  2. Una serie de reacciones fisiológicas específicas o sensaciones (aceleración del pulso y de la respiración, tensión muscular, etc.).
  3. Unos pensamientos determinados.
  4. Un tipo de respuestas concretas apropiadas para esa situación.

La ansiedad y la ira son reacciones naturales y positivas que todos tenemos para ponernos en alerta ante determinadas situaciones, que son consideradas como ‘peligrosas’. Comprender, conocer y admitir las emociones es el primer paso para iniciar un procedimiento para poder controlarlas.

La ansiedad en el jugador de pádel

La ansiedad es una de esas emociones que hay que saber manejar porque son vividas como desagradables y pueden provocar conductas inapropiadas, en especial cuando se producen ante situaciones de incontroladas en el pádel (por ejemplo, dudas ante una táctica, dudas sobre el rendimiento en la competición, ‘miedo al qué dirán, personas que vienen a vernos, sponsor a los que tenemos que darles unos resultados, padres que ‘presionan’ a sus hijos,…).

La ansiedad consiste en un conjunto de sentimientos de miedo, inquietud, tensión, preocupación e inseguridad que experimentamos ante situaciones que consideramos amenazantes, tanto física como psicológicamente.

Incluye los siguientes componentes:

– Los pensamientos y las imágenes mentales atemorizantes (cognitivo)

– Las sensaciones físicas que se producen cuando estamos nerviosos o furiosos (fisiológico).

– Los comportamientos que son la consecuencia de la respuesta de ansiedad (conductual).

En la ansiedad, como en cualquier otra emoción, juega un papel muy importante el tipo de pensamientos que tenemos y las reacciones físicas experimentadas. El modo en que nos comportamos cuando estamos ansiosos a menudo es inadecuado e interfiere en nuestro juego normal. Es muy importante controlar este tipo de emociones ya que pueden afectar seriamente a la capacidad de desarrollar un juego acorde a nuestra preparación técnica y táctica en el pádel.

La ira

La ira es otra emoción que puede ser problemática. Hace referencia a un conjunto particular de sentimientos que incluyen el enfado, la irritación, la rabia, el enojo, etc, y suele aparecer ante una situación en la que no conseguimos lo que deseamos.

Las reacciones fisiológicas ante la ira son similares a las que se producen ante la ansiedad; lo que diferencia a una de la otra es el tipo de situaciones que las provocan, los pensamientos que se producen en esas situaciones y las conductas que se desencadenan.

Cuatro Técnicas Concretas para manejar las Emociones

1. Respiración Profunda

Es muy fácil de aplicar y es útil para controlar las reacciones fisiológicas antes, durante y después de enfrentarse a las situaciones  de juego emocionalmente intensas.

Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4.

Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4.

Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8.

Repite el proceso anterior.

De lo que se trata es de hacer las distintas fases de la respiración de forma lenta y un poco más intensa de lo normal, pero sin llegar a tener que forzarla en ningún momento.

Para comprobar que haces la respiración correctamente puedes poner una mano en el pecho y otra en el abdomen. Estarás haciendo correctamente la respiración cuando sólo se te mueva la mano del abdomen al respirar (algunos le llaman también respiración abdominal).

2. Detención del Pensamiento (STOP)

Esta técnica puede utilizarse también antes, durante o después de la situación de competición que nos causa problemas. Esta estrategia se centra en el control del pensamiento. Para ponerla en práctica debes seguir los siguientes pasos:

Cuando te empieces a encontrar incómodo, nervioso o alterado, préstale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifica todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la culpabilidad, etc.)

Di para ti mismo “¡Basta!”  y sustituye esos pensamientos por otros más positivos.

El problema de esta técnica es que se necesita cierta práctica para identificar los pensamientos negativos, así como para darles la vuelta y convertirlos en positivos. En el siguiente cuadro te presentamos algunos ejemplos:

Pensamientos Negativos

“Soy un desastre”.

“No puedo soportarlo”.

“Me siento desbordado”.

“Todo va a salir mal”.

“No puedo controlar esta situación”.

“Lo hace a propósito”.

Pensamientos Positivos

“Soy capaz de superar esta situación”.

“Si me esfuerzo tendré éxito”.

“Preocuparse no facilita las cosas”.

“Esto no va a ser tan terrible”.

“Seguro que lo lograré”.

“Posiblemente no se haya dado cuenta que lo que hace me molesta”.

3. Relajación Muscular

Esta técnica también sirve para aplicar antes, durante y después de la situación, pero para su empleo eficaz requiere entrenamiento previo. Para su práctica sigue los siguientes pasos:

– Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.

– Relaja lentamente todos los músculos de tu cuerpo, empezando con los dedos de los pies y relajando luego el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza.

– Una vez que hayas relajado todos los músculos de tu cuerpo, imagínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo, tumbado en una playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagínate totalmente relajado y despreocupado.

Imagínate en ese lugar lo más claramente posible. Practica este ejercicio tan a menudo como sea posible, al menos una vez al día durante unos 10 minutos en cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejercicio, recuerda que debes practicarlo para llegar a automatiza el proceso y conseguir relajarte en unos pocos segundos.

4. El Ensayo Mental

Esta técnica está pensada para ser empleada antes de afrontar situaciones de competición en las que no nos sentimos seguros. Consiste simplemente en imaginarte que estás en esa situación (por ejemplo, afrontando un partido decisivo, jugando un punto para ganar, golpeando bolas decisivas…) y que lo estás haciendo bien, a la vez que te sientes totalmente relajado y seguro.

Debes practicar mentalmente lo que vas a hacer. Repite esto varias veces, hasta que empieces a sentirte más relajado y seguro de ti mismo.

Y recuerda… DIVIÉRTETE SIEMPRE jugando al pádel.

Fran Cintado

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