Padel World Press .- Por lo general, la mayoría de los aficionados tienden a dejar de mirar la pelota demasiado pronto y, con ello, en el último momento se pasa a ‘centrar la mirada’ en el lugar en el que se quiere colocar la pelota.
Aunque se trata de algo que puede parecer ‘trivial’, tiene o podría tener las siguientes consecuencias:
– Mal golpeo: La pelota, más que verla, realmente la intuimos y podemos golpearla fuera del punto dulce de la pala.
– Damos más pistas al rival sobre dónde va a ir la bola: Nuestra mirada nos delata.
– Fallamos y no sabemos qué ha pasado: Nos queda la sensación de no tener demasiado claro qué hemos hecho mal.
Está claro que cuando el juego adquiere velocidad, resulta más difícil mirar la pelota un momento en el golpeo… Pero en la mayoría de ocasiones siempre es posible hacerlo. En cierta forma, es casi una cuestión de hábitos. Ello nos dará seguridad en los golpes y también nos ayudará muchas veces a comprender cómo es posible que hayamos fallado una bola que venía tan fácil, es decir, la causa de nuestro error.
Para entender mejor todo esto, desde PadelGood nos ofrecen un vídeo de Roby Pampin, en el que se ve cómo los alumnos, de una forma automática, dirigen la mirada e incluso giran la cabeza hacia la pala justo en el momento que golpean la bola.
En la sesión también se ve la cobertura que puede dar el jugador de revés a su compañero cuando éste tiene que retroceder a causa de un globo. Ello posibilita seguir manteniendo la red y, además, da más tiempo al jugador que retrocedió para volver a subir… Y todo ello sin dejar de mirar la pelota.
Para ver estas imágenes, sólo tienes que hacer click sobre este enlace.
* Puedes seguir toda la actualidad del mundo del pádel en nuestros perfiles de Facebook y Twitter así como suscribirte a nuestra Newsletter diaria de noticias.