Es una de las periodistas deportivas más prestigiosas de nuestro país y, además, una reconocida enamorada del mundo del pádel. Desde su columna de opinión en el diario El Mundo Deportivo, nos ha dejado un gran artículo sobre su buen amigo Fernando Belasteguín. Nos ha emocionado tanto que hemos querido compartirlo con todos nuestros lectores.
Padel World Press .- Es muy frecuente verla por los torneos del Circuito World Pádel Tour o en cualquiera de los eventos que organizan Carolina Navarro y Cecilia Reiter, con quienes mantiene una estrecha relación.
Conocedora de este maravilloso deporte, siempre dispuesta a apoyarlo desde su posición, en este artículo ha querido rendir un merecido homenaje a Fernando Belasteguín, un jugador que sigue haciendo historia y que se ha asegurado terminar, por décimo cuarto año consecutivo, como número 1 del mundo.
“He visto envejecer a mis padres por teléfono”. Dejó Pehuajó, un pueblecito del interior de la Provincia de Buenos Aires (Argentina), pensando que jugaría cuatro o cinco años a pádel en España y después regresaría a casa para seguir con su vida. Pero nunca más volvió. No para quedarse. Se enganchó a ganar. Jugaba con Juan Martín Díaz primero, ahora con Pablo Lima, que siempre fue un número 1. Se acostumbró a ganar tanto que esta semana ha celebrado ¡14 años siendo el número 1! 14 años siendo el mejor del mundo. 14 años enseñando en una pista que el pádel es genialidad y trabajo, toque y esfuerzo, personalidad y ganas. Fernando Belasteguin es el mejor del mundo una vez más y lo increíble, espectacular e inaudito es que no se cansa de ganar.
Carles Puyol explicó emocionado el día que colgaba las botas que soñaba poder quedar con sus amigos para jugar a pádel sin que la rodilla le torturase su espíritu. Era su único anhelo. Él, que lo ha ganado todo con el Barça y la selección española; él, que es el eterno capitán, el hombre de los gestos, de la generosidad, sólo quería poder jugar a pádel con sus amigos. Y que Belasteguin le invitase al Star’s Pádel de Cornellà para jugar un cruzado y sintiese una vez más que Pehuajó se parece bastante a La Pobla de Segur.
‘Sesi’ llega al homenaje sorpresa a ‘Bela’ sonriendo con la mirada. En una de esas pistas azules coincidirá uno de estos días con Andrés Iniesta, otro campeón que disfruta con el pádel y que se divierte viendo como Belasteguin es capaz de hacer cosas increíbles en la pista. ¡Iniesta, que es un artista! Andrés impresionó a Belasteguin desde el primer día por una humildad fuera de lo normal. “Yo soy un tipo normal. Trabajo jugando a pádel para pagar el colegio de mis hijos, la hipoteca, el pádel me sirve para comprar tiempo; entreno por la mañana y por la tarde puedo ver crecer a mis hijos. Cuando deje de ser profesional tendré que vender ese tiempo para poder seguir viviendo…”. Este es Belasteguin. Tan humilde como el Iniesta al que admira por ser corriente siendo un genio al mismo tiempo.
Quiero tantísimo a Jesús Angoy que un abrazo no basta. De siempre. Cuando era portero del Barça, estrella de los Barcelona Dragons de fútbol americano, pareja padelera de Paula (la esposa de Pablo Lima) y yerno de Johan Cruyff. Llega el ‘Flaco’ a este encuentro de un grupo de amigos que sencillamente queremos decirle a Belasteguin que lo suyo es de locos, ¡14 años siendo el número1!,- ¡¡¡y ‘Bela’ habla como hazaña de Kelly Slater, el norteamericano que conquistó 10 títulos del mundo con tres años sabáticos de por medio!!!-. Llega Johan y ahí no hay nadie que no se emocione. Ya no juega Johan para divertirse, ahora tiene que golear a esa enfermedad de la que nadie se escapa. Abraza con ternura a Belasteguin, se identifica con el chico de pueblo que ha hecho del sacrificio su vida. “Con Johan me dejé conocer muy rápido. Todas las conversaciones que hemos tenido me han llenado muchísimo”, cuenta Belasteguin. Johan saca de una bolsa una camiseta naranja con el ‘14’, su número, y una dedicatoria al 14 años mejor jugador del mundo de pádel, un deporte que él también practica.
Su madre Beti (Beatriz) sigue enviándole desde Pehuajó el mismo mensaje que le hacía llegar cuando con quince años empezaba algún torneo importante en Argentina. “Mucha suerte. Beso grande”. Sigue haciendo lo mismo. A ella no le importan los títulos mundiales, ella sólo quiere que su hijo sea feliz con Cristina y los niños: Fede, Sofía y Beatriz. Y es tan grande Bela que un grupito de amigos inflan unos globos para darle una sorpresa y es él quien nos regala un momento único porque con su generosidad es capaz de hacernos sentir a todos campeones del mundo. 14 años siendo el número 1.
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