Fiel a su apuesta por apoyar a los más pequeños, desde esta joven firma nos han querido presentar a una de sus recientes incorporaciones: un chico que, con apenas 10 años, ya comienza a llamar la atención por su confianza, por su seguridad en sí mismo y por su gran dominio de las pistas.

Padel World Press .- Muy maduro para su edad, con el importante apoyo de una familia que le acompaña torneo tras torneo, Nacho no se olvida de que aún es un niño y que, por lo tanto, lo más importante es que logre hacer de este deporte una gran diversión.

Sabe que eso es lo fundamental, que debe establecer unas buenas bases para que, por encima de todo, no deje de disfrutar dentro de las canchas. «Todo lo que me suelen decir mis padres es que tenga buena actitud, que esté contento y que disfrute de la pista».

Habría que destacar que fue su padre quien le transmitió la pasión por el pádel. Un día se acercó a ver uno de sus partidos, le pareció un deporte muy divertido y decidió empezar a jugar. Desde aquel entonces, ha sumado a su palmarés la conquista del Campeonato Autonómico de Menores de la Comunidad Valenciana 2015, el Máster de la Comunidad Valenciana y acabó la temporada como número 1 del Ranking Autonómico.

A la hora de destacar qué es lo que más le gusta del pádel, señaló: «Se trata de un deporte rápido, en el que hay que estar muy atento. Es necesario tener buenos reflejos y tienes que saber hacer los puntos para ganar».

Pero no todo es pádel. Nacho también tiene otras aficiones y le encanta leer así como recorrer mundo viajando en compañía de sus padres.

Con respecto a su día a día, desveló que se levanta temprano para ir al cole y después acude a su cita con los entrenamientos, sin olvidar en ningún momento sus estudios. Tres días a la semana, en sesiones de hora y cuarto, perfecciona su posición de atacante y, por supuesto, su mejor golpe ¡la volea!

En cuanto se le pregunta por su ídolo, lo tiene muy claro: Paquito Navarro. A su vez, cuando tuvo que explicar por qué se incorporó al equipo de Cartri manifestó: «Lo hice porque las palas van muy bien y se preocupan por los menores».

Como no podía ser de otra manera, Nacho también tiene alguna manía que otra: sacar la lengua al golpear y tocarse la camiseta son algunas de las costumbres de este chico optimista  y entusiasta, que jugando en pareja se preocupa mucho por animar a su compañero y hacer que tenga confianza en él.

Para terminar, quiso compartir una anécdota padelera: «Un día estábamos en medio de un partido y, de repente, mi compañero se salió de la pista y le dio algo a su madre. Le pregunté qué era y me dijo que era una muela que se le acababa de caer».

Su consejo para cualquier chico de su edad que esté empezando a jugar al pádel seria: «Que se esfuercen y disfruten porque el deporte es muy chulo».

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