Padel World Press .- En este nuevo post vamos a tratar el juego en paralelo. Por lo general, siempre que afrontamos un partido solemos jugar las bolas con nuestro rival en cruzado, casi por la creencia que es lo más normal y efectivo pero, como todo, esto tiene una razón.

Son varios los motivos que nos hacen jugar en cruzado. El primero tiene que ver con las dimensiones de la pista y es que, hacia nuestro cruzado, la distancia es mayor por lo que tendremos más margen para no errar nuestro tiro y para que la bola levante menos. Esto se debe al rebote en la pared.

Supongamos que la bola sale desde el mismo punto. Como la pared está más lejos y en un ángulo recto, cuando juguemos en paralelo, la pelota rebotará con mayor ángulo, lo que facilitará la devolución del contrario.

Tal y como siempre hemos comentado en nuestros anteriores posts, cada uno de nuestros tiros no será bueno o malo dependiendo sólo de la ejecución… Además de ejecutar correctamente la técnica de nuestro golpe, también deberemos acertar con el momento y la situación en la que lo realizamos.

¿Por qué jugar en paralelo?

Una de las funciones de jugar en paralelo que más utilizaremos será la de desahogar el juego hacia nuestro compañero… Y eso puede ser porque nos cargan más el juego a nosotros o porque, en su cruzado, podemos sacar más opciones de ganar puntos. Cuando jugamos una bola paralela, lo más normal es que el contrario no repita sobre nosotros y cruce la bola. Así podremos gestionar mucho mejor nuestras jugadas para sacarles el mayor rendimiento posible.

Podemos realizar esta acción en las dos partes de la pista, tanto desde el fondo con un globo como en la red con una volea hacia la parte donde el golpe natural sea hacia nuestro compañero.

Otra de sus funciones será la de optimizar nuestro golpeo. Ya sabemos que para que la bola llegue con peso debemos mantener la tensión el golpeo y, dependiendo de la zona a la que queramos mandar la bola, la perderemos.

Veamos un ejemplo… Somos un jugador de revés en la volea. Nos mandan una pelota a media altura y nosotros estamos bien colocados paralelos a la red. Para golpear esa volea de derecha conseguiremos más tensión si la mandamos paralela ya que nuestro cuerpo tendrá que moverse menos. Más tono muscular al reducir las distancias y nuestra muñeca tendrá menos ángulo.

Si, por el contrario, lo hacemos hacia nuestro lado derecho, debemos abrirla mucho más y, por lo tanto, perderemos esa tensión. Es cierto que si la leemos con mucha antelación podremos colocarnos para jugarla pero, de cualquier manera, implicará menos tiempo para impulsarnos con el cuerpo hacia adelante y, sobretodo, algo que valoramos muy pocas veces: mucho más tiempo para recuperar la posición inicial para seguir con el punto.

Podemos imaginarlo exactamente igual con un jugador que juega en el drive y quiere jugar una volea de revés. Así ponemos a todos en situación.

La importancia de mantener la mente fría

Para mí, el aspecto más importante para los jugadores amateur, es el plano psicológico. Como sabemos que la bola es más complicada, y que tenemos que cuidarla mucho más, prestamos casi toda atención en mantenerla en juego.

Esto hace que no arriesguemos y que cuidemos al máximo el tiro, posibilitando que el compañero del cruzado pueda entrar a ayudarnos o que el contrario no pueda contragolpear y ponernos en muchas complicaciones.

Jugar en paralelo es un golpe que no hace daño pero, si se elige bien y se juega con la misión de mantenernos en el punto, nos será muy eficaz para que podamos rearmarnos y continuar armando el punto en las siguientes bolas.

Recordad siempre: El buen jugador es el que de entre todas las opciones, direcciones, velocidades, etc,  puede elegir qué le conviene más y sabe que todas son igual de útiles para llevarse el punto y el partido.

Antonio Ocete

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